París. AFP. El escritor haitiano-canadiense Dany Laferrière fue elegido el jueves como nuevo miembro de la Academia francesa, en el sillón del escritor de origen argentino Héctor Bianciotti, fallecido en junio de 2012, anunció la institución.  

El nuevo «inmortal» fue elegido en la primera vuelta por 13 votos, sobre 23, precisó la Academia, institución fundada por Richelieu en 1635, encargada de velar por el respeto de la lengua francesa y de elaborar el diccionario.

Nacido en Puerto Príncipe, Haití, el 13 de abril de 1953, Dany Laferrière, cuyo nombre completo es Windsor Klébert Laferrière, es un gran intelectual, escritor y guionista, que vive entre Miami et Montréal. Su escritura privilegia el estilo autobiográfico.

Recibió el premio Médicis 2009 y el Gran Premio del Libro de Montreal por su novela «El enigma del regreso», que cuenta su retorno a Haití, tras la muerte de su padre, exiliado también en los años 60 por el dictador Papá Doc, padre de Jean-Claude Duvalier, el también llamado Bebé Doc.

«Esta silla es la de Alejandro Dumas hijo. El era de Jeremie, en el sur de Haití. Entonces, encuentro interesante desde el punto de vista simbólico ocupar esa silla», dijo el escritor desde Port-au-Prince.

«El último ocupante de esa silla (el argentino Héctor Bianciotti) es un escritor que me gusta mucho (…). Es interesante ver que ocupo (también) la antigua silla de Montesquieu (…)»,

En la Academia francesa «no se está para agitar el tiempo», añadió el nuevo académico haitiano.

Antes periodista en Haití, Dany Laferrière salió de la isla en 1974 para instalarse en Québec tras el asesinato de un amigo periodista por los sicarios de Jean-Claude Duvalier.

Su primera novela, «Como hacer el amor con un negro sin fatigarse», publicada en 1985, fue traducida a varias lenguas y adaptada al cine.

Novelista, poeta, guionista y cineasta, Dany Laferrière ha publicado unos veinte libros, entre los que figuran «¿Está grabada en la mano del joven negro es un arma o una fruta?» y «Hacia el sur». Este año publicó «Diario de un escritor en piyama».

En abril pasado presidió en Haití los encuentros literarios entre escritores haitianos y de Québec.

Entre los otros candidatos al sillón académico, uno sorprendió a los académicos, que le dieron un voto: un colegial de 15 años, Arthur Pauly.

«Imaginemos, haciendo un gran esfuerzo que yo sea elegido, ¡sería inmortal a los 15 años! ¿No sería maravilloso?», había escrito el joven Arthur, apasionado de literatura, en una carta de candidatura, aceptado por los académicos.

La edad límite para presentar una candidatura se fijó desde 2010 en 75 años. Pero no hay edad mínima.