Los Angeles Dodgers' Tommy Lasorda shakes hands with a fan before the Dodgers play the Houston Astros in a spring training baseball game, Thursday, March 13, 2008, in Kissimmee, Fla. (AP Photo/Tony Dejak)
El legendario dirigente deportivo Tommy Lasorda, que acaba de fallecer en los Estados Unidos, dirigió varios equipos de béisbol en el país, en la década de los años setenta. Además, hizo de extra en la filmación de la película El Padrino II, en escenas que se rodaron en el sector Ciudad Nueva.
Gozaba de amplia simpatía entre la fanaticada dominicana, sin importar el equipo de simpatía, por su comportamiento afable y dinámico.
Gustaba de la comida criolla, particularmente las “paticas” de cerdo, que regularmente se podía observar en cualquier sector de la capital degustando ese plato.
Además, tiene la paternidad de haber promovido la instalación en el país de la primera academia deportiva, que está ubicada en sector de San Antonio de Guerra, en la provincia Santo Domingo.
En diciembre de 1972, en un encuentro entre las Aguilas y el Escogido, en el Estadio Cibao, el árbitro principal consideró que un batazo de Tomás Silverio, había quedado en la zona de juego, lo que enfureció al dirigente escarlata, porque con la decisión se empataba el juego. El partido se puso al rojo vivo cuando La Sorda llegó al terreno y lanzó improperios en contra del ampaya, impasse que concluyó en una agria discusión.
Cuando Lasorda terminó su protesta llegó al extremo de despojarse de sus indumentarias, quedando únicamente en ropa interior, escena que fue compartida por los televidentes de todo el país.
En el área de preferencia del estadio estaba el comandante policial, y por demás, seguidor de las Aguilas, Eligio Bisonó Jackson, que descendió desde su asiento y bajó a conversar con el dirigente rojo.
Luego de un cruce de palabras el militar ordenó a sus subalternos conducirlo hasta el destacamento policial, donde quedó detenido hasta el día siguiente.
La dirigencia de los Leones del Escogido gestionó la libertad de Lasorda, después del pago de una sencilla multa de 50 pesos.
En declaraciones a la prensa el dirigente deportivo dijo que no creía que con su actitud había violado las leyes dominicanas, y que por ese acto de poder del coronel policial, estaba tomando la decisión de abandonar el país, “puesto que nunca en mi vida había caído preso”.