POR MANASÉS SEPÚLVEDA
El jefe de la Policía, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, informó ayer que ordenó eliminar los descuentos en los sueldos que se hacían a los agentes, los que consideró innecesarios, para que en lo adelante reciban el salario completo. Pérez Sánchez dijo que también se eliminará el descuento de 6% para pagar a los pensionados.

«Hemos determinado una serie de descuentos que son obligaciones del Estado, que no tienen que financiarlos los policías con su magro salario», dijo el jefe policial.

Expresó que los responsables del liderazgo policial tienen la misión de encontrar las fuentes de financiamiento para cubrir las necesidades que se sostenían con los descuentos que se hacían a los salarios de los policías.

Expresó que, esta vez, el presupuesto policial para el año entrante se está haciendo con todos los directores de regiones en reuniones del más alto nivel con el secretario de Interior y Policía y el subjefe policial.

Explicó que uno de los problemas era el presupuesto y la excesiva centralización que tenía la Policía.

Estimó la credibilidad de un policía comienza con el desprendimiento y el sacrificio y que llegará el tiempo en que la población no le tenga temor al “macuteo de los policías” y haya personal de calidad humana y ética que impida esos excesos.

Dijo que actualmente la Policía mantiene una política de cero tolerancia a la delincuencia y es parte de un sistema de prevención y seguridad vinculado al área judicial.

Destacó que hay todavía un alto porcentaje de personas sin juzgar en las cárceles y que la mayoría de los últimos sometimientos hechos por la Policía han sido de individuos que sometidos a la justicia varias veces, inclusive, ex agentes.

Dijo que confía en que la justicia será ágil, transparente, capaz de permitir darle acceso a las diferentes capas sociales sin importar su condición económica.

Pérez Sánchez habló en el programa que produce monseñor Fabio Mamerto Rivas por Teleradio América.

Pérez Sánchez señaló que el nuevo Código Procesal Penal incorpora por primera vez el tema de los derechos de la víctima que no los tenía el anterior.

«Este código lo recoge como uno de sus principios centrales», añadió.

Consideró como una falacia el enfoque que pretende ver el código como parcializado con el procesado, sino garantista, tanto del procesado como de la víctima y que se ajusta a los principios constitucionales.