Se deben mantener los niveles de azúcar dentro de los límites normales durante el embarazo, asegurándose siempre que el feto esté saludable.

El médico debe examinar con cuidado tanto a la madre como al feto durante todo el embarazo. Con el monitoreo fetal, se verifican las dimensiones y los indicadores de salud del feto.

Se recomienda una cardiotocografía en reposo. Este es un examen indoloro y bien sencillo el cual con un monitor fetal electrónico registra el ritmo cardíaco y los movimientos del bebé, pero también se utiliza durante el parto para monitorear las contracciones.

Además se recomienda a la madre dieta y ejercicio. Consumir alimentos variados y saludables, reduciendo las grasas, consumiendo carnes magras, sin piel y pescado, y moderando la ingesta de proteínas (no más de un 15 a un 20%). Ingerir todo cocido y nada crudo.

Disminuir los productos enlatados y eliminar las gaseosas y los azúcares refinados (panes dulces), sustituyéndolos por frutas y verduras. Ingerir carbohidratos complejos (integrales) como cereal, pasta y arroz. Revisar detenidamente las etiquetas de los alimentos e investigar aquellos componentes que desconozca.

Si es vegetariana o sigue alguna dieta especial, consulte con su médico o visite un nutricionista.

Aunque la mayoría de las mujeres que desarrollan diabetes gestacional no necesitarán medicamentos, si luego de la dieta no se controlan los niveles de glucosa, se deben prescribir medicamentos orales para la diabetes o suministrarle terapia con insulina.