Elissa Líster: habla la diáspora

Elissa Líster: habla la diáspora

Elissa Líster, dominicana, con un doctorado en Literatura Hispanoamericana de la Universidad Complutense de Madrid y una Maestría en Tecnología Educativa de la Universidad de Salamanca, es implacable, no admite concesiones, cuando analiza la intelectualidad dominicana contemporánea. La Profesora de Literatura Caribeña Contemporánea y Narrativa Latinoamericana en la Universidad de Antioquia, Medellín y Profesora de Estudios Culturales en la Universidad Nacional de Colombia, reclama el derecho a opinar, a disentir, de los dominicanos residentes fuera del país.

“Te dicen que no puedes opinar sobre lo que ocurre en la República Dominicana porque no estamos aquí, que opinemos de Clinton o de Uribe y eso es ignorar lo que es la identidad. El proceso de globalización ha hecho que el concepto de identidad y de nación esté por encima de la demarcación física, trasciende la geografía. La diáspora duele porque la diáspora es independiente de los sectores de poder interno. En el sector académico la diáspora no sólo ha analizado los problemas del país sino que, como ser dominicano, representa otro tipo de dolor: para poder existir hay que irse. Es una lucha por la supervivencia del pensamiento.”

Líster emigró hace diez años. Llegó a Salamanca con los auspicios de la Agencia Española de Cooperación Iberoamericana. Cuando concluyó sus estudios regresó e intentó compartir lo aprendido. Su currículo descansó en diversas gavetas, se perdía entre promesas. Quizás era muy joven, tal vez muy calificada. Encontró motivos suficientes para emigrar de nuevo, preparó maletas y convirtió a Colombia en lugar de residencia y espacio propicio para trabajar y desarrollarse intelectualmente. Una intensa vida académica le ocupa tiempo y le permite ilusiones. La otrora joven reportera del periódico La Información de Santiago deplora la genuflexión de los intelectuales dominicanos frente al boato. Presas fáciles de la imagen, los intelectuales – observa claudican en procura de aceptación y status. Se refiere al cambio de canon en la literatura latinoamericana, después del boom, aborda la frivolidad en la industria del libro, crítica de manera acerba la propensión nacional a exaltar personas que se destacan fuera del país aunque su imaginario sea ajeno al nuestro. Menciona la inexistente trascendencia de la literatura caribeña y señala como obstáculo para la transformación de la sociedad dominicana la contradicción entre lo que se predica y lo que se hace. Lamenta la indiferencia de la representación diplomática y consular dominicana, acreditada en Colombia, durante la celebración de la Feria del Libro de Bogotá en mayo del 2002.

“ El hecho de dedicar una feria del libro a la literatura caribeña me parece muy significativo en un país que se considera andino. La región caribeña colombiana estaba invitada. La literatura dominicana, como la gran parte de la literatura caribeña, es una desconocida en Colombia pero esto se enfrenta a la negligencia del gobierno dominicano. Se acudió a la Embajada y al Consulado dominicanos cuyos representantes, no sólo no se involucraron ni montaron ningún pabellón, sino que no asomaron la cabeza por la Feria.”

Dice que el crítico literario no es un juez, tampoco, para hacer su trabajo, debe perderse en consideraciones personales y eso ocurre en RD. Está convencida que la presencia de las grandes editoriales en la región no cambia la situación de marginalidad de la literatura. Mientras España mantenga cerrado el mercado para los textos de autores hispanos la trascendencia será quimera.

[b]CAMBIO DE CANON[/b]

Algunos especialistas concuerdan cuando admiten que después del boom de la literatura latinoamericana no se ha producido nada memorable en la región ¿usted comparte esa aseveración?

“Lo que pasa es que hay un cambio de canon en la literatura. La valoración de la literatura latinoamericana parece que se legitima en la academia norteamericana y europea y marca bastante a los autores y temas que se estudian. HAY un cambio como lo hay en todas las artes, se rompen las barreras de los géneros, de las áreas. El cine nutre a la literatura, el teatro al cine, a la publicidad y eso hace que el producto sea distinto y la manera de evaluar el producto también.”

“ La sociedad cambia pero también las editoriales imponen ciertos cánones. Las editoriales españolas promueven la novela porque consideran al cuento como un género menor. El público lector cambia, cada vez más mujeres aumentan las filas de lectores y encontramos más literatura que “se supone” puede gustarle a las mujeres.”

[b]¿EXISTE AHORA EL BOOM DE LA LITERATURA FRÍVOLA?[/b]

“La frivolidad hay que analizarla de dos maneras. Hay un tipo de literatura – y cuestionaría si se puede llamar literatura como lo que hace Paulo Coelho, Cuautémoc Sánchez, Chopra, que obedece a esa necesidad de leer cosas bonitas. Hay otro uso y es cuando se utilizan las expresiones de la frivolidad como crítica, no como valor, lo ha hecho Ana Lidia Vega, César Aira, Luis Rafael Sánchez, en la literatura reciente.”

[b]LA FICCIÓN DE LA TRASCENDENCIA[/b]

Sin reparos, la Doctora en Literatura Hispanoamericana, asegura que sólo a través de Barcelona los libros de autores hispanos pueden alcanzar la difusión soñada. El mercado hispano de EUA es de minorías y para que un texto se inserte en el mercado norteamericano precisa de la traducción. Excepcional es el caso de algunos autores cubanos pero su trascendencia obedece a parámetros especiales. Durante el pasado siglo tres nombres de dominicanos lograron ser tomados en cuenta más allá de los límites de la isla. Todavía en el Caribe Juan Bosch, Manuel del Cabral y Pedro Mir son mencionados.

“ En el mundo hispano un elemento de trascendencia es publicar en España, anteriormente en México y Argentina. Los grandes sellos editoriales publican en cada país y funcionan como editoriales locales. España tiene como política que nada que se publique en Hispanoamérica se lleve allá, pero todo lo que publica en España se trae a Hispanoamérica.”

“ En EUA el mundo hispano es minoría, aunque muy grande, y cuenta con sus propios escritores, asentados en EUA, que escriben en inglés y representan la problemática de esos grupos. El crossover no es con EUA, hay que pasar por los agentes literarios de Barcelona.”

Pero algunos autores cubanos contemporáneos – hombres y mujeres están en el gran mercado editorial.

“ El auge del turismo hacia el Caribe ha influido en ciertos autores caribeños, sobre todo cubanos. Una escritora como Mayra Montero, cubana, crítica del exilio y de los otros, cuestiona el uso de ciertos clichés en esas obras, como el balsero, la jinetera… No es casualidad que en el Caribe hispano sea España que ejerza cierto monopolio del turismo y en la literatura, y todos esos escritores tienen una novela sobre la nostalgia de la isla, la salida.”

[b]Y LA LITERATURA DOMINICANA ¿POR QUÉ NO LOGRA TRASCENDER?[/b]

“ La literatura caribeña, salvo Cuba, junto con la de Centroamérica es la cenicienta. Hay figuras señeras que arropan las demás. El caso de Juan Bosch, Manuel del Cabral y Pedro Mir siempre se menciona, en ellos hay calidad innegable pero, en el caso de Bosch y de Manuel del Cabral, hay largos exilios y eso incide en un mayor conocimiento.”

“ Un buen texto camina solo aunque no todo lo que se publica goza de calidad, pero es importante el mercado y también el poder porque va a determinar, de acuerdo con las relaciones que tenga el escritor, quien puede viajar y establecer contactos. Aquí se cree que porque se vende un libro es bueno y no es así, algunos escritores han logrado que se designen sus obras como textos y se hacen obligatorios ¿y qué le dice ese libro a alguien que vive afuera?”

EL ICONO DE LA LITERATURA DOMINICANA CONTEMPORÁNEA NO ESCRIBE EN ESPAÑOL. ALGUNOS SOSTIENEN QUE EL IDIOMA ES IDENTIDAD ¿ NECESITA IDENTIDAD LA LITERATURA? ¿ CÓMO SE ESTABLECE?

“ La pregunta alude a Julia Álvarez. Los dominicanos tenemos la necesidad de acoger todo lo que refulge exteriormente como nuestro. Recuerda el caso de la tenista Mary Joe Fernández, tuvo que gritar a los cuatro vientos que no era dominicana, que accidentalmente había nacido aquí. Julia Álvarez, en lugar de negarlo, ha sido muy hábil y ha alimentado eso, lo ha explotado y eso te demuestra la falta de criterio que hay en el país para afrontar una crítica literaria. Silvio Torres Saillant, en una conferencia pronunciada en la Universidad de Antioquia, titulada “El Caribe en la capital del imperio: una visión sobre la diáspora” establecía las diferencias entre Julia Álvarez y Edwidge Danticat. Hay una postura que es la apegada al poder y otra que asume la diferencia de su país de origen y utiliza su incidencia para representar, como intelectual, la lucha de su pueblo, no como motivo literario. El caso de Julia se asimila al de Isabel Allende, se preguntan qué quieren leer? Y escriben sobre el tema, no porque les interese sino para instrumentalizar la historia.”

[b]LITERATURA Y COMPROMISO[/b]

La discusión vieja y para algunos superada. Entre el compromiso y el panfleto muchas obras se perdieron y muchos autores dejaron de ser leídos. Cuando se compara la actitud de Danticat y Álvarez ¿no está implícito el “compromiso”?

“ El compromiso le ha hecho mucho daño a la literatura. Ahí está el caso del período gris de la literatura cubana, la debacle de la literatura rusa en los inicios del siglo xx. En la literatura debe primar el juego literario. Uno percibe, como lectora, un proyecto de vida, ideológico en el autor y la obra, si te plantea ideas, sin que esto quiera decir que sea panfletaria. Luis Rafael Sánchez tiene en su obra una gran propuesta, un fuerte compromiso y hay lúdica, estética. Ocurre con Carpentier, con Vargas Llosa, con García Márquez. Desde “El Elogio de la Madrastra” hasta “La Fiesta del Chivo” está el juego del poder y ese poder va desde un chulo con la prostituta, una mujer de edad con un niño. El gran proyecto de García Márquez es un mundo caribeño frente a un mundo centralizado, rolo, en Colombia y lo hace a través de la degradación de un padre de la patria, de un viejo enamorado, un militar olvidado o un emigrante árabe por no mencionar “Cien Años de Soledad”. Saramago es profundamente político y militante, pero si lees la obra al margen de eso hay una exploración de la naturaleza humana, de sus miserias.”

[b]ENRIQUILLO COMO CASTIGO[/b]

En el país se confunde erudición con intelectualidad declara Elissa y señala que la desaparición de revistas y suplementos literarios es proporcional al aumento de las páginas sociales en los periódicos y algo indica esa correlación.

“ La escuela dominicana no es un elemento de transformación sino de continuidad de valores, de ambigüedad. ¿Qué lectura se promueve en la escuela? Todavía Enriquillo es un libro obligatorio y eso para un niño es casi un castigo y no se hable cómo le perjudica los patrones del libro. ¿Cuáles valores promueven los textos infantiles? Se habla mucho de la ausencia de valores pero se actúa en consonancia con los valores establecidos, con la doble moral.”

“ Aquí se confunde erudición con intelectualidad. Manejar información, datos, no implica análisis, generación de ideas, conmover al otro. Además, la coherencia legitima al intelectual y no podemos estar promoviendo unos valores y por otro lado siendo partícipes de instituciones que promueven lo contrario. Pensar es mal visto, discrepar todavía más. La desaparición de revistas culturales, de suplementos, ha sido proporcional al engrosamiento de las páginas sociales. En RD se ha entendido que es a través de la imagen que se promueve una obra. Lamentablemente un sector de la intelectualidad cree eso y no intenta ganarse respeto a través de las ideas.”

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