Carmen Heredia de Guerrero 
El Ballet Nacional Dominicano presentó en la Sala Máximo Avilés Blonda su espectáculo “Ellas”, sugestivo nombre con el que rinde homenaje a la mujer, sinónimo de resiliencia, fortaleza y confianza en sus capacidades y destrezas, mostradas particularmente a través de la danza, en todas las épocas.
A manera de prólogo, la noche de danza inicia con “Ellas”, coreografía de Lisbell Piedra. La música ecléctica de Ennio Morricone es inspiración sugerente para la creatividad de esta pieza de movimientos hermosos y simbólicos. La coreógrafa logra una composición danzaría de calidad, gran belleza y lirismo, interpretada por Cora Collado, Eliosmayquer Orozco, Erick Guzmán, Gabriela Rodríguez, Jean Carlos Ramos, Joendy Genao, Laura de los Santos, Maykel Acosta, Raymundo Rodríguez, Sofía Almonte y Yuleidi Pérez Rojas.
En una especie de entre-acto, se rindió homenaje a distinguidas damas que han aportado a la danza, a la cultura en general, ellas fueron: Marily Gallardo, coreógrafa y bailarina; Sarah Esteva, productora y directora de Ballet Concierto; María Amalia León, gestora cultural, y Nelia Barletta, bailarina y escritora. Las placas de reconocimiento fueron entregadas por Milagros Germán, ministra de Cultura; Mayra Jiménez, ministra de la Mujer; Marinela Sallent, directora de Bellas y Artes, y Stephanie Bauger, directora del Ballet Nacional.
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El programa continuó con “The Rose” -La Rosa- solo del ballet “Requiem por una Rosa”, de la coreógrafa Annabelle López Ochoa, inspirada en mujeres, con música romántica de Schubert. La bailarina baila con una Rosa en los labios, símbolo de soledad, vulnerabilidad, pero al mismo tiempo es una alegoría del amor verdadero. La creatividad y sensibilidad de Annabelle se decanta en este solo, que podemos admirar a través de la excelente interpretación de la bailarina Laura de los Santos.
Los acordes inconfundibles de la música de Astor Piazzolla y su emblemática obra “Adiós Nonino”, nos introducen en el mundo de “@3” título llamativo, escogido por Stephanie Bauger para su coreografía, con la que nos acerca a la pos-modernidad, no solo por el título, sino también por el atractivo y sugestivo diseño de movimientos hermosos y fluidos, que nos introducen en el mundo interior de tres mujeres amigas, y su forma particular de enfrentar las alternativas de la vida, acompañadas siempre de una “sombra” enigmática, expectante. El espacio escenográfico minimalista, creado por José Miura, compuesto de paneles de colores, va en perfecta consonancia con la visión de la coreógrafa: el morado, símbolo de creatividad, relacionado con el feminismo; el negro, imagen de seguridad e independencia, y el marco color naranja, expresión de energía y fuerza. Tres bailarinas, Adelaide Pitcock, Cora Collado, Sofía Almonte y la “Sombra” -Yuleidi Pérez Rojas- con destreza y gran expresividad corpórea, dan vida a esta emblemática obra.
La presentación del “Pas de Deux” de “Giselle” de Jules Perrot, obra maestra del ballet romántico, rompe con la línea moderna del espectáculo. Fueron sus intérpretes Laura de los Santos y Maykel Acosta.
La danza y la cultura nacional se concilian en el ballet de Guillermo Cordero, “Minerva y Manolo, el último encuentro”, que significó una despedida, no solo de su amado esposo, también de la vida, víctima de la tiranía que padecimos los dominicanos por 3l años. Llevar estos momentos a la escena danzaría es toda una hazaña, la creatividad de Guillermo logra esa mezcla de verosimilitud y fantasía con pasajes de gran belleza, acompañados por la descriptiva música de John Barry y proyectados por dos bailarines de gran nivel, Yuleidi Pérez Rojas y Jean Carlos Ramos.
La noche de danza cerró con “Majísimo”, coreografía de Jorge García, teniendo como basamento la música de la ópera “El Cid” de Jules Massenet, y sus aires hispanos. Liliana Soto, escenógrafa, ambienta la escena, una especie de plaza, en la que destaca un enorme y simbólico abanico. Jorge García, con ingenio e imaginación recrea un divertimento festivo en el que se interpretan danzas de aires andaluces y catalanes, dando oportunidad de lucimiento a los bailarines Laura de los Santos, Gabriela Rodríguez, Cora Collado, Sofia Almonte, Eliosmayquer Orozco, Raymundo Rodríguez, Adrian Jáquez y Joendy Genaro, quienes asumen con destreza el estilo y picardía de esas danzas propias de la cultura española. Merecidos aplausos.
