BOGOTA (AFP).- La guerrilla colombiana del ELN está dispuesta a intervenir por primera vez en una elección presidencial y para ello buscará aliarse con la oposición política, que descartó una coalición sin un desarme previo, pese a compartir el mismo fin: impedir la reelección de Alvaro Uribe.

   Las aspiraciones políticas de la organización ilegal coinciden con los contactos de paz que sostiene con el gobierno a instancias de México, y fueron dadas a conocer por el portavoz rebelde »Milton Hernández», en una entrevista difundida este jueves, en la que subrayó que dentro del proyecto está previsto la unión con los sectores opuestos al gobierno.

   «Hemos decidido participar en las elecciones», afirmó »Hernández», responsable de los contactos internacionales del grupo guerrillero, en un diálogo con intelectuales españoles divulgado por el portal de Internet Rebelión.org.

   Según el jefe insurgente, la alianza estaría encaminada a la selección de un candidato que pueda vencer al presidente Uribe en una eventual contienda.

   «Este candidato único de los sectores patrióticos y de la izquierda se está trabajando sobre la base de cinco puntos de unidad», el primero de ellos la oposición al Plan Colombia, el programa de ayuda estadounidense para combatir el narcotráfico y los grupos ilegales.

   »Hernández», al enumerar los otros puntos, prosiguió: «Dos: no al ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas). Tres: sí a la solución política negociada entre el gobierno y la insurgencia. Cuatro: no a la gran reforma fiscal que proyecta el Estado colombiano. Y cinco: no a la reelección del gobierno de Uribe», precisó.

   »Hernández» aclaró, sin embargo, que el ingreso a la vida política no supone por el momento dejar las armas. «Buscar una solución pacífica, sin empuñar las armas, es imposible para nosotros. Pero las armas tienen que estar al servicio de la política».

   Aun así, el portavoz insurgente insistió en que en desarrollo de los contactos para tal fin se está buscando un «acuerdo de unidad» con el Partido Liberal -el de mayor tradición en el país- y Alternativa Democrática que lidera el senador y precandidato presidencial Carlos Gaviria.

   «Todos esos sectores se han reunido y tienen 25 senadores. Se ha hecho conjuntamente con la mayoría del Partido Liberal, que es un partido de la burguesía colombiana, pero que está en contra del proyecto militarista y de guerra que representa Uribe, y ha hecho una coalición con la izquierda y sectores democráticos para buscar un candidato único», precisó.

   En una primera reacción, el gobierno reiteró que sin un previo acuerdo de paz resulta impensable que «el ELN esté dando plomo por un lado y, por el otro, buscando votos», según dijo el ministro del Interior y Justicia, Sabas Pretelt.

   «En cambio, si hay un cese de hostilidades y un proceso de paz serios, qué bueno que aspiren a hacer política después de que cumplan con los requisitos previstos por la ley», añadió.

   Por su parte el senador izquierdista Carlos Gaviria valoró la posición asumida por esta guerrilla, pero aclaró que no está dispuesto a concebir una alianza en pro de una derrota de Uribe sin un desarme previo.

   «Me parece importante que el ELN esté pensando en hacer política. Supongo, entonces, que si lo van a hacer es porque planean dejar las armas, porque personalmente no comparto la tesis de la combinación de las formas de lucha, no es posible hacer proselitismo político con el fusil en la mano», dijo a la AFP.

   Similar postura asumió su colega Piedad Córdoba, quien indicó que «no es partidaria ni se comprometería » en un acuerdo armado con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) para participar en las elecciones».

   «Por ahora no veo fácil que esto (el desarme) se pueda concretar antes del próximo proceso electoral», agregó a la AFP, en coincidencia con Gaviria, quien, empero, confió que los rebeldes continúen su empeño en una solución política al conflicto con miras a su inserción en el juego democrático.