POR MANUEL JIMÉNEZ
El presidente Leonel Fernández expresó ayer su «más sentido espíritu de gratitud» al pueblo y al gobierno de Venezuela por la ayuda brindada al país para apagar los incendios forestales en la Cordillera Central y sostuvo que este es el gesto y el valor que deben predominar en las relaciones entre los Estados.

Fernández dijo que esta asistencia venezolana demuestra que el espíritu de integración y solidaridad de América Latina sigue vivo y latente en la región.

Fernández despidió con una ceremonia oficial en el Palacio Nacional a los oficiales militares y funcionarios civiles venezolanos que vinieron al país junto a dos helicópteros «Súper Puma» para combatir los incendios y aprovechó para dirigir un mensaje especial de agradecimiento «a mi distinguido amigo», el presidente Hugo Chávez.

En la ceremonia, celebrada en el Salón de Embajadores, el jefe de Estado estuvo acompañado de los secretarios de las Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez; de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Max Puig y de Finanzas, Vicente Bengoa.

Durante dos semanas consecutivas, los equipos venezolanos estuvieron luchando junto a personal dominicano en los incendios que arrasaron centenares de tareas de bosques en una amplia zona de la Cordillera Central.

Fernández dijo que quería enviar un testimonio de gratitud a la República Bolivariana de Venezuela, a través de su presidente Hugo Chávez, «por este gesto de solidaridad que se ha tenido con nuestro país con motivo de estos incendios que han afectado recientemente parte del territorio de la República Dominicana».

«Su presencia aquí es lo que nos hace pensar a nosotros que el espíritu de integración y de solidaridad de América Latina sigue vivo y está latente», dijo Fernández al despedir a los 16 oficiales militares encabezados por el mayor Jorge Luis Pérez Mansilla, que operaron los helicópteros Súper Puma y a los seis restantes miembros de la Protección Civil de Venezuela, coordinado por Luis Antonio Chirinos Fonseca.

«Esta es la América Latina a la que nosotros aspiramos, una América Latina que se pueda hermanar con gesto de esta naturaleza», agregó el gobernante dominicano.

Dijo estar consciente de que Venezuela, al igual que República Dominicana, tiene sus limitaciones presupuestarias y de recursos, pero no vaciló en brindar la ayuda pedida.

«Ante una situación como la que se había presentado, donde la naturaleza estaba siendo afectada y donde nosotros no disponíamos ni de los recursos económicos ni de los dispositivos técnicos para llevar a cabo esta operación, tan pronto nos pusimos en contacto con Venezuela, en ningún instante hubo duda del deseo de colaborar con la República Dominicana», expresó el jefe de Estado.

Dijo que es sobre «estos valores y de estos principios que tienen que llevarse a cabo las relaciones internacionales entre pueblos hermanos, porque eso es el gesto de la solidaridad y de compartir, algo que ha demostrado aquí el pueblo de Venezuela».

El mandatario sostuvo que República Dominicana tiene «una deuda moral histórica» con Venezuela, pues en este país suramericano no sólo se refugio el forjador de la independencia y fundador de la nacionalidad, Juan Pablo Duarte, sino también muchos patriotas dominicanos que lucharon contra la dictadura de Rafael Trujillo (1930-1961).

Recordó que en una visita a Caracas en su gestión anterior (1996-2000) tuvo ocasión de visitar la casa donde residió Duarte y hacer elegir un busto en su honor. «De manera, dijo Fernández, que en dos momentos estelares de la vida nacional la República Dominicana ha encontrado el respaldo histórico de Venezuela».

Hizo mención, sin embargo, a un «episodio triste» de la historia latinoamericana cuando el entonces dictador Trujillo organizó un atentado contra el Presidente Venezuela, Rómulo Betancurt, del que salió seriamente herido.

«Pero hoy Venezuela vuelve a decir presente en la República Dominicana, lo valoramos, lo apreciamos y no encontramos palabras para testimoniar nuestro sentido de gratitud», expresó Fernández, quien dirigió a «nuestro distinguido amigo, el Presidente Chávez, los mejores parabienes, los mejores deseos para que Venezuela pueda consolidar su proceso democrático, que se garantice la paz y la prosperidad para ese pueblo».