CHICAGO (EEUU) (dpa).- «Los tigueres de la bachata» (Santo Domingo Blues), que participa en el Festival de Cine Latino de Chicago, retrata la transformación de una música menospreciada en un símbolo de identidad cultural y constituye «una especie de carta de amor a los dominicanos», según su director Alex Wolfe.

El documental dominicano-estadounidense no hace uso de un narrador, sino que muestra actuaciones musicales, anécdotas y escenas reales que involucran a Luis Vargas y otros bachateros. «La bachata habla de la vida cotidiana de esa gente, a veces es muy directa, y por eso fue muy controvertida, porque hay mucha gente que no quiere hablar de eso», explicó Wolfe a dpa.

En palabras de uno de los bachateros que aparece en la cinta, «así el pueblo dominicano expresa su impotencia contra la sociedad».

[b]La historia[/b]

El cineasta, que vive en un vecindario dominicano en Nueva York, Los Sures de Brooklyn, o Southside Williamsburg, relató que su interés por el tema se inició a mediados de la década de los 90. «Empecé a escuchar una musiquita en las bodegas. Pregunté al bodeguero que era y me respondió ‘eso es bachata'».

A partir de ese momento, «comencé a ir a las fiestas, a conocer a los músicos. Y me di cuenta de que para una gran masa de gente la bachata era importantísima, porque les dio una representación cultural que nunca habían tenido antes».

Respecto de Vargas, sostuvo que es un músico que «tiene un poco de mala fama porque había cantado muchas canciones de doble sentido, pero también es una persona muy abierta, cómica y sincera. Está completamente dispuesto a hablar de la historia de la bachata como de verdad era».

«Muchos de los otros músicos todavía tenían un poco de vergüenza de hablar, porque ellos de verdad tenían que esconder el hecho de que eran bachateros, porque la gente se reía por la calle cuando iban con sus guitarras, y había mucho prejuicio contra ellos y todavía existe eso, a pesar de que la bachata está bastante impuesta ahora», relató.

La bachata sale «de los cabarets, de los burdeles, de la vida de los borrachos, a veces se veía que no era una representación muy positiva, pero sin embargo era una representación de la vida cotidiana de su pueblo», apuntó. Posteriormente, se vio marcada por la inmigración de los dominicanos a Estados Unidos, y cambió a través de este proceso.

Además de Vargas, conocido como el Rey Supremo del Amargue, el documental incluye a otros artistas como Teodoro Reyes, Raulín Rodríguez, Ramón Cordero, Eladio Romero Santos, Yoan Soriano, Luis Segura y Aridia Ventura.

«Con muy bajo presupuesto hicimos la producción, filmamos en Santo Domingo y en pueblos cerca de la frontera haitiana, porque muchos de los artistas vienen de pueblos cerca de la frontera con Haití, y también filmamos mucho en fiestas de Nueva York, para mostrar todo el arco del viaje de la música», explicó Wolfe.

Nacido en Estados Unidos, vivió de niño en Puerto Rico, y se define como un nuyorrican. Además, «se puede decir que no nací en Santo Domingo, pero Santo Domingo nació en mí», dijo.

El director contó que cuando el documental se exhibió por primera vez en Nueva York, «quedó alborotada la sala, había una fila de dos bloques de gente que no podía entrar, el público se reía a carcajadas, bailaba en el pasillo, muy emocionado, llorando también, con nostalgia».

También en Chicago «la recepción fue muy buena, la gente disfrutó mucho». La cinta, que se exhibió por primera vez el lunes en la sección «La música en celuloide» y volvió a exhibirse ayer.

Wolfe señaló que la película -su primer largometraje- no es sólo para dominicanos, pero si están presentes en la sala cambia la reacción del público, «porque ellos siempre están riendo de las imágenes de Santo Domingo y de su cultura».

Respecto de su acercamiento al tema sin ser dominicano, apuntó que «a veces con cierta distancia se pueden ver las cosas con más claridad, pero por lo menos con un enfoque diferente, que quizás aporta otro punto de vista al asunto. El documental es muy dominicano de hecho, y está lleno de dominicanismos. Es una película sobre el pueblo dominicano».

La cinta se estrenará comercialmente en República Dominicana hacia fines del verano (boreal). En el festival de Chicago también se exhibió previamente la película dominicana «Pasaporte rojo», de Albert Xavier.

La vigésima edición del certamen a orillas del Lago Michigan, con cintas de España, Portugal, América Latina y Estados Unidos, tendrá su noche de clausura este miércoles con la cinta chilena «Sexo con amor», de Boris Quercia.