Eloy Alfaro: latinoamericanista e integracionista

Eloy Alfaro: latinoamericanista e integracionista

Si no se conoce la historia mundial, de una región o de un país difícilmente se puedan comprender los acontecimientos que han marcado su derrotero, sus tendencias y las proyecciones presentes y futuras.

Esa visión objetiva y reveladora es la que se siente cuando uno lee un libro puesto en circulación por la Embajada del Ecuador y la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña en ocasión de la Feria del Libro que en éste 2013 se dedicó a  Ecuador. Se trata de Alfaro y Amapala, documento que, en su brevedad, no se puede sospechar la voluminosa riqueza política e histórica que encierra. En él volvemos a descubrir al Eloy Alfaro de una profunda vocación latinoamericanista y convencido de que el destino de nuestros países es, ineludiblemente, el de la integración.

Amigo de José Martí y Antonio Maceo, cruzó correspondencia con Máximo Gómez siendo un incansable promotor de la independencia de Cuba y Puerto Rico. Se relacionó íntimamente con la flor y nata de los latinoamericanos más comprometidos con el futuro de la América Nuestra, retomando el pensamiento y el objetivo salvador y reivindicador de Simón Bolívar. Pretendió retomar el naufragante Congreso Anfictiónico que convocó Bolívar en 1826; resonando atormentadora en sus oídos la frase de su amigo Martí quejándose de que la obra de Bolívar “estaba pendiente aún en América”, convoca a un Congreso Internacional Americano para potenciar “toda la fuerza de cohesión que fuere necesaria para la mutua prosperidad y grandeza de las naciones americanas” y “procurar las más estrechas relaciones entre todas las repúblicas americanas”, como resaltara en una ocasión un diplomático ecuatoriano. En esa dirección firma también junto a los presidentes igualmente liberales de Venezuela y Nicaragua un Pacto Político para fomentar la solidaridad y defensa unida de cada uno.

Fue un incansable gestor de la solidaridad y unión latinoamericana por lo que recorría el continente clamando por una “internacional revolucionaria” continental que permitiera dar a luz a su sueño de una Confederación de Estados Sudamericanos. He ahí el antecedente histórico de la actual Unión de Naciones Sudamericanas –UNASUR– que pretendía Alfaro y, de facto, promotora del presente Consejo de Estados Latinoamericanos y Caribeños –CELAC– también un sueño de Bolívar y que han cambiado el espectro político – histórico de la región. Igualmente, la Revolución Ciudadana que hoy se promueve en un Ecuador “alfarista” tiene su antecedente inmediato en la Revolución Liberal también “alfarista”.

Cuando realmente recuperemos las doctrinas de nuestros próceres estaremos dejando el mejor legado a nuestros jóvenes. Doctrinas como la de Martí, Alfaro, Duarte, Hostos y los caminos marcados por Bolívar y cada uno de ellos nos llevan, justamente, al verdadero encuentro definitivo con la historia.

Por todo ello, por su quehacer y las huellas latinoamericanistas dejadas, no hay dudas, Eloy Alfaro, el revolucionario, el integracionista y unionista, el Presidente y general, es de las figuras históricas más respetadas y admiradas de finales del siglo XIX e inicios del XX así como de éste siglo XXI en que tanto se le necesita.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas