Hoy 
POR LLENNIS JIMÉNEZ
En una zona del sector El Palmar, de Herrera, la gente vive sin calles. Caminan entre hoyos y piedras. Recorren amplios trayectos en pendientes tan peligrosas, que no pueden ser transitadas por vehículos.
Las familias de esta barriada de Santo Domingo Oeste sufren el abandono de la obra prometida durante muchos años, iniciada en primer gobierno del presidente Leonel Fernández y paralizada durante esa misma gestión.
Este año cuando se reanudaron los trabajos, pero pronto los equipos volvieron a ser paralizados.
El mayor deterioro está en las calles Francisco Vargas, Respaldo Francisco Vargas, Padre Cela y Paola Elvira Ortiz.
Culpan al síndico Francisco Peña de la situación en que se encuentran sus calles y lo atribuyen a la irresponsabilidad de los ingenieros, de quienes se quejan porque no avisan los momentos en que suspenden los trabajos.
En tiempos de lluvias, tienen el polvillo dentro de la casa y cuando llueve, es peor, debido a que deben caminar por rutas de lodo, indicó Martín Nolasco, propietario de una vivienda en la calle Francisco Vargas.
Laurill Martínez dijo que les aseguraron que harían las vías de acceso en cuanto se inauguró el tanque de almacenamiento de agua que opera en El Palmar, construido recientemente por la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD). Sin embargo, han pasado varios meses y las calles permanecen en pésimas condiciones.
Hace más de un año que pensaban que la pesadilla terminaría, porque creían que la populosa zona, contigua a un afluente de la cañada Guajimía, sería favorecida con las obras que demandan.
Cuando llueve las calles se inundan y el agua llega a la cañada, precisó Martínez, quien desea que su problema llegue a las instancias responsables de la pavimentación de sus vías de entrada y salida.
El deterioro de las calles ya marca una lesión en Dayra Ferreras, una joven mujer que de tanto subir y bajar la cuesta de un tramo de El Palmar, sufre de dolores en las piernas.
Ella explica sus vicisitudes indicando que las pantorrillas le molestan y que le aumentaron de tamaño con los acelerados ejercicios, que por la obligación de sobrevivir, tiene que salir todos los días, para ir a su trabajo.
Sandra Solano, quien vive en la calle Francisco Vargas número ocho, sostuvo que hace dos gobierno que les hicieron las aceras y los contenes, pero que se han deteriorado porque no fueron concluidos como se debían.
Aprovechó para recordarle al director de la CAASD, Mariano Germán, que el anterior director de esa institución, Richard Martínez, les prometió una cancha deportiva, la que siguen reclamando.
La Junta de Vecinos Amantes del Progreso ha estado gestionando las vías, así como el conjunto de obras que procuran las familias.
PUNTOS A LA LIMPIEZA
Al síndico de Santo Domingo Oeste se le critica por la cantidad de obras viales reclamadas en diversos sectores.
La mayoría no las cumple en sectores pobres, a donde le comunica a la gente que los trabajos están a la espera de recursos o de que los ingenieros los asuman.
Pero en lo relativo al servicio de limpieza, se le reconoce la labor.
