El relajo  de la Cámara y mucho más

El relajo  de la Cámara y mucho más

A los dominicanos le pasan las vainas más increíbles del mundo, pero se la merecen. No se trata de que tengamos mala suerte o seamos un país muy especial. Nada de eso. Somos estúpidos por naturaleza porque nos hacemos ilusiones con algunas cosas y después nos cogen de pendejos de manera simple y ceremoniosa. Lo peor de todo es que no aprendemos las lecciones ni reaccionamos a las frustraciones. 

La Cámara de Diputados se pasó meses trabajando para la escogencia de los miembros de la Cámara de Cuentas. Casi 285 aplicaciones fueron analizadas minuciosamente y de ellas se hizo una preselección de 204 candidatos.

Después de un largo proceso de entrevistas a esos 204 ilusos precandidatos, muchas de ellas televisadas, se escogieron 25 que eran los mejores calificados, aunque con su coletilla partidista.

Pero a la hora de enviar la lista definitiva al Senado, resulta que esas calificaciones no sirvieron de mucho y todo parece indicar que hay un lío sobre quienes serán definitivamente escogidos.

Estamos hablando de dos meses intensos de trabajo en la cámara baja que puso también a mucha gente a perder su tiempo y sus energías. Pónganle costo a ese proceso y verán cómo se malgasta el dinero de los contribuyentes.

Algo parecido sucedió con la escogencia de la JCE, donde el partido gobernante, con su poder absolutista en el Congreso gracias a la “inteligencia $$$$$$” del pueblo dominicano, seleccionó a quien le vino en gana, retrocediendo muchísimo respecto a la JCE anterior.

Y esperen la misma historia cuando seleccionen a los miembros de la Corte Constitucional, después de agotar un largo proceso de evaluación de los candidatos, con lo que se limpiarán tranquilamente el trasero. 

Pero eso también sucede en el gobierno. Por ejemplo, se hace una cumbre para tal cosa, se movilizan miles de personas y se gastan millones de pesos para llenar las páginas de los periódicos diciendo y proponiendo estupideces que jamás se van a implementar.  Cogen a todo el pueblo de pendejo.

Tomen el caso de la famosa cumbre patrocinada hace dos años por el gobierno, que movilizó a miles de personas para elaborar una Estrategia Nacional de Desarrollo de varios tomos que ahora debe estar sirviendo de materia prima en una fábrica de papel sanitario. Lo grande es que siguen en lo mismo, convocando gente y publicando noticias sobre la nueva versión de la Estrategia, ahora asesorada por un experto francés, cuyo destino final no será diferente.  Lo más cómico son los eventos internacionales que se patrocinan con dinero del contribuyente. Por ejemplo, tuvieron el tupé de organizar una cumbre en Casa de Campo para discutir “la paz en el Medio Oriente”, donde unos “expertos extranjeros” vinieron a vacacionar para solucionar un conflicto que tiene tres mil años sin resolverse. Con todos los gastos incluidos, por supuesto.

Pero definitivamente, yo soy el rey de los estúpidos. Cuando se creó el CESFRONT hace un par de años (Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza) formado por una élite de militares, escribí un artículo en este mismo periódico felicitando al gobierno por esa iniciativa. Pensé “al fin se acabará con la mafia en la frontera”. Pero un sacerdote de Dajabón dijo recientemente que CESFRONT es un órgano corrompido y que ahora cobran 5 mil pesos por cruzar la frontera (un secreto a voces en toda la región). O sea, CESFRONT subió la tarifa al doble.

Vivimos de ilusiones momentáneas que rápidamente se convierten en frustraciones y eso nos pasa por creer en toda la mierda que nos dicen.

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