Hoy 
Si hay una categoría de las artes visuales que requiere un estímulo para recobrar su vitalidad, es la escultura. Los últimos concursos, trátese de la Bienal oficial o del Concurso E. León Jimenes, se han mostrado muy pobres en escultores, y las exposiciones temporales de escultura escasean cada vez más.
Las causas de esta situación son múltiples: alto costo de los materiales, enseñanza limitada, crisis de compradores y desafección de los coleccionistas, competencia de la instalación, carencia de grandes mentores nacionales hoy desaparecidos. Ante esa coyuntura, los talentos emergentes optan por otras expresiones artísticas.
Un concurso, específicamente destinado a los jóvenes es una vía para relanzar la escultura dominicana y motivar a la generación ascendente.
Con esas metas, la Embajada de Francia en República Dominicana organiza un certamen exclusivamente destinado a los escultores entre 18 y 40 años, siendo la edad la única exigencia para la participación, además ¡y es evidente! de la calidad de la obra, de requisitos correspondiendo a esa expresión plástica, y de las normas de un concurso nacional.
El Primer Concurso Nacional Luichy Martínez Richiez se celebrará en el mes de septiembre, teniendo como sede la Embajada de Francia en la calle Las Damas, para la recepción de las piezas y la exhibición de las admitidas. Tres premios de adquisición se establecieron: el primero, un viaje a Francia, estadía y programa cultural. Un jurado de personalidades del arte, integrado por siete miembros, estará a cargo de la selección y la premiación. El reglamento del concurso, disponible, también puede consultarse en internet.
Como su nombre lo indica, el evento se dedica a Luichy Martínez Richiez, en justo homenaje a un maestro inolvidable, fallecido en Santo Domingo, en el 2005, ganador de numerosos premios y reconocimientos.
Recordando a Luichy
Nacido en San Pedro de Macorís, Luichy Martínez Richiez estrenó la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo en 1942, formando parte de la primera promoción. Lo más increíble es que Luichy su nombre es inconfundible fue designado profesor al graduarse: tenía solamente 17 años. Un año más tarde ganó en la Bienal Nacional el Premio de Escultura. ¡Era un adolescente!
Luichy Martínez Richiez, aunque más joven de dos generaciones, fue ciertamente el Jaime Colson de la escultura. Pasó seis lustros en el exterior, de los cuales 28 años transcurrieron en París, retornando definitivamente a su país en 1981.
Gracias a una beca del Gobierno francés, se inició la etapa parisina, en 1952, con la prestigiosa Ecole Supérieure des Beaux-Arts.
Lo distinguieron muy pronto: a los 27 años exponía en el Salón de Otoño, entonces en su apogeo. El ascenso se precisó con el triunfo del Primer Premio en la Primera Bienal de París, en el 1959, su éxito más recordado. Los grandes salones lo invitaban, y él no había cumplido las cuatro décadas cuando le laurearon en el Museo de Montreal.
Llegando a esa fecha, seguimos la carrera de Luichy Martínez Richiez, porque ilustra la joven escultura dominicana y la generación señalada por el concurso de la Embajada de Francia. Ahora bien, hasta su sentida muerte, trabajó, creó, expuso, concursó, ganó
Si la impronta internacional marcó su obra, su cultura y su temperamento, sus tallas en madera y en piedra, se destacan por rasgos antillanos inconfundibles. Y no cabe duda de que Luichy Martínez Richiez fue el más francés de los escultores dominicanos.
