El sub-encargado de la División de Relaciones con Haití, embajador William Páez Piantini, dijo ayer que la situación en la frontera “no anda bien”, debido a situaciones que de alguna manera crean problemas a ambas naciones, como el deterioro de la carretera internacional, problemas de medio ambiente y el descontrol en el mercado binacional.
“Vamos a comenzar por la carretera internacional; es un tramo entre Pedro Santana y Restauración, construida por República Dominicana y Haití; ambos países aportaron 450 mil dólares, y ambos tienen el mismo derecho de la carretera”, expresó.
Explicó que la vía de 48 kilómetros está muy deteriorada, pero por su condición de internacional no deben tocarla de manera unilateral y para arreglarla tiene que ser con la participación de ambos países, “y ahora resulta que no sabemos a quién le corresponde mantener la carretera de aquel lado ni de este lado tampoco”.
Al participar en el simposio “Prospectiva de la Defensa y su Vinculación con la Sociedad”, Páez Piantini manifestó que cuando fue construida en 1936, no establecieron el protocolo de uso y mantenimiento.
Detalló que hay arroyos o cursos de agua que nacen en Haití que pasan por la carretera, destruyéndola. “Transitar por esta carretera en el futuro será un peligro”.
Frontera fluvial. Durante su ponencia con el tema “Situación actual fronteriza”, señaló que otro problema es la “frontera fluvial”, un tramo de 172 kilómetros que lo conforman los ríos Dajabón, Libón, Artibonito, Macasías, Pedernales y los arroyos Capotillo y Carrizal, todos muy contaminados.
“Están extrayendo material de su curso, nadie le pone atención a eso. El río Artibonito recorre en territorio nacional 68 kilómetros, el resto lo recorre en Haití y están extrayendo de este lado y de aquel, creando una situación de agotar esos ríos; es un daño para ambas naciones”, dijo.