El embajador de Argentina en Cuba, Luis Ilarregui, afirmó hoy que el ataque contra la vicepresidenta de su país, Cristina Fernández, fue resultado del “discurso del odio” y del “escenario de confrontación política” en su país.
“Se rompió el pacto de no violencia y primó el discurso de odio”, declaró el diplomático a periodistas en la sede de la legación del país suramericano en La Habana.
El embajador añadió que es necesario “reflexionar sobre si fue un hecho aislado, o es un producto del escenario político de confrontación” en su país.
Ilarregui repudió “la violencia y el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina” y envió su solidaridad ante el ataque contra ella la noche del jueves.
Previo al encuentro con la prensa extranjera acreditada en la isla, el diplomático dijo que recibió a autoridades cubanas y “amigos” como el presidente de la institución cultural Casa de las Américas, Abel Prieto, o la esposa del presidente, Miguel Díaz-Canel, Lis Cuesta.
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La víspera, la Policía Federal de Argentina detuvo a un joven de 35 años que estaba a pocos metros de Fernández cuando la también expresidenta estaba en la calle a las puertas de su apartamento en el barrio capitalino de Recoleta y rodeada de militantes kirchneristas. El incidente se enmarca en un clima de fuerte tensión política en Argentina, después de que el pasado 22 de agosto un fiscal pidiera una condena de 12 años de prisión para Cristina Fernández.
La petición se produjo en el juicio oral que afronta la vicepresidenta por presuntas irregularidades en la adjudicación de obras públicas durante su Gobierno (2007-2015).
El Gobierno cubano reaccionó la misma noche del jueves al ataque al mostrar públicamente su “apoyo” y “solidaridad” con Fernández con mensajes del presidente Miguel Díaz-Canel, el canciller Bruno Rodríguez y el exmandatario Raúl Castro, entre otros.
Cristina Fernández ha visitado Cuba varias veces como presidenta del país suramericano y luego como senadora. Su fallecido esposo, el expresidente Néstor Kirchner, también fomentó buenas relaciones como La Habana durante su mandato entre 2003 y 2007.
También estuvo en visita privada en 2019 para ver a su hija Florencia Kirchner, quien estuvo bajo tratamiento en la isla ante “severos problemas de salud” provocados por “la persecución feroz a la que fue sometida”, según declaró la propia Fernández.