El saliente embajador dominicano en Argentina, Rafael Calventi, dijo en su discruso de despedida y al recibir la condecoración con la orden del Libertador San Martín, que en la actualidad los países del tercer mundo son “perversamente” marginados cuando se trata de tomar las grandes decisiones que involucran a la humanidad, a pesar de que  afectan a todos por igual.

Consideró que el mundo está obligado a cambiar y que esto implica por lo menos la participación de todos los países, grandes y pequeños, en los foros de decisiones de la política mundial respetando, realmente el principio de igualdad entre los Estados y, por otra parte una mayor solidaridad entendida no como expresión de generosidad ante los pobres sino como una condición básica para el desarrollo global que contribuya a la preservación de la paz  mundial.

“Solo así se puede concebir la globalización, de lo contrario estaría condenada al fracaso a muy corto plazo. El tercer mundo tiene grandes carencias que solamente podrán superarse con nuevas actitudes de los países grandes y ricos, de esos que superan sus crisis en dos o tres años sacando de la manga sumas tan exorbitantes que desbordan toda nuestra capacidad de entendimiento  matemático y político”, expresó el diplomático.

En su discurso, copia del cual fue enviado a HOY, Calventi, declaró que no entiende el hecho de que no se utilice una parte mínima de esos recursos para eliminar el hambre y la miseria que aniquila a tantos seres humanos en tantos  pueblos del mundo.

Las claves

1. Globalización

Calventi, en su discurso de despedida como embajador de Argentina, dijo que se impone la globalización del desarrollo, sino se necesitarán siglos para salir, no de una crisis coyuntural, sino de la pobreza ancestral que “nos oprime”.

2.  La premisa

Agregó que se impone como premisa ineludible un nuevo concepto de  relaciones internacionales, la globalización de solidaridad.