El sonido de los grillos, la verde vegetación y las guineas en sus ramas listas para dormir, porque se estaba ocultando el Sol formaron parte del ambiente que apreciaron quienes asistieron el pasado sábado a la fiesta nacional del reino de Marruecos.
Su embajador, Brahim Moussa, y su esposa Sabiha de Moussa, abrieron las puertas de su residencia para celebrar el XVII aniversario de la entronización del rey Mohammed VI.
Desde las 7:00 de la noche el embajador estuvo recibiendo con agrado a sus invitados, quienes se dispersaron por los espacios de la casa y el jardín desde donde se apreciaba una hermosa vista en Cuesta Hermosa, Arroyo Hondo, que muchos aprovecharon para tomarse fotos.
Al llegar el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro, dio inicio la parte formal del encuentro con las palabras del anfitrión, quien hizo una reseña de los 17 años de reinado de Mohammed VI y habló de las buenas relaciones de Marruecos con el país, y la firma de varios acuerdos. Al finalizar, los presentes disfrutaron algunos platos típicos marroquíes.