El embajador de la República de Taiwán en el país, señor John Feng, cuestionó la facilidad con que ciudadanos de China Comunista vienen a la República Dominicana para trabajar en la instalación de una fábrica de cemento, en vez de emplear en esa empresa a técnicos dominicanos.

Feng consideró que esa práctica lo que hace es desplazar la mano de obra local, mientras observó que es de conocimiento público que el destino final de esos orientales es Estados Unidos.

El diplomático chino  afirmó que ningún compatriota suyo viene a República Dominicana a ocupar puestos remunerados, sino al frente de misiones técnicas para asesorar en diferentes áreas, tras indicar que los taiwaneses involucrados en negocios son inversionistas que manejan empresas con un capital de al menos US$120 millones, quienes emplean a más de 3 mil personas en las localidades donde están instaladas.

«Si van a invertir en este país deben crear empleos, no desplazar mano de obra», dijo el embajador.

 La reacción del señor Feng se produce a propósito de que la firma de Domicem, subsidiaria de la italiana Colecem, trajera -con la anuencia de la Cancillería y la Dirección General de Migración- más de 250 chinos para emplearlos en el ensamblaje de una cementera en el municipio de Palenque, en San Cristóbal, contratos que no fueron aprobados, según las autoridades, por la Secretaría de Trabajo, porque la empresa viola el Código Laboral. El expediente está pendiente de conocimiento en el Juzgado de Paz de la citada localidad.

«Hay que crear empleos en este país y no traer a 250 chinos obreros de China. Todos sabemos que hay muchos chinos tratando de escapar de China para trabajar en otras partes del mundo, especialmente en Estados Unidos, y hay muchos chinos que vienen aquí ilegalmente, pero su destino no es aquí, su desatino es Estados Unidos. Los americanos (estadounidenses) muchas veces nos preguntan qué hacen esos chinos del otro lado aquí», añadió el diplomático.

Sin embargo, aclaró que sus declaraciones no pueden ser interpretadas como si estuviera describiendo a los habitantes de China Continental como hombres malos, sino que las críticas del Gobierno de Taipei van dirigidas al régimen comunista por «mandar tantas personas a trabajar aquí, quitándole los empleos a los dominicanos, actitud que no asumirán jamás los taiwaneses». 

El señor Feng fue entrevistado cuando participaba en una tertulia en el Centro Cuesta, actividad en la que citó la conferencia «Relaciones entre Taiwán y la República Dominicana».

También habló del apoyo que necesita su país para ser admitido como miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), intentos que son bloqueados -según sus palabras- por el Gobierno de Pekín.

Recientemente, el director de Migración, Siquió Ng de la Rosa, descendiente de chinos, justificó la contratación de los trabajadores orientales, al tiempo de señalar que «están aquí legalmente, y vienen más».

Los habitantes de Palenque se han quejado de que perdieron la oportunidad de ser reclutados por la decisión de los ejecutivos de Domicem de inclinarse por los obreros chinos, quienes están confinados en contenedores en las mismas instalaciones de la empresa, frente a la cual medio centenar de residentes en Palenque hicieron un piquete hace dos semanas, demandando los empleos que les son negados a favor de los chinos traídos para trabajar allí por la empresa Domicem.

Los contratos de trabajo suscritos entre Domicem y la empresa que trajo a los chinos fueron rechazados por la Secretaría de Trabajo, mediante sendas resoluciones, pero todavía los orientales siguen laborando en la empresa, ubicada a poco más de mil metros del poblado de Palenque.