POR RADHAMÉS GONÁLEZ
El embajador de Gran Bretaña, Andy Ascrosht, afirmó ayer que organismos internacionales se proponen aumentar la presencia militar en Haití con otros 3,700 soldados en adición a los 3,000 que tienen allí.

Ascrosht, quien también es embajador concurrente para Haití, dijo que en ese país hay muchas dificultades y que la “presión sobre el nuevo gobierno transitorio haitiano ha sido enorme».

Entrevistado en el programa Aeromundo, Ascrosht señaló que Haití a la inestabilidad política se le sumó ahora el padecimiento por los daños de las inundaciones provocadas por el huracán Jeanne, que destrozó ciudades, como la de Gonaive, provocando cientos de muertes y produciendo destrozos materiales.

Expresó que un problema grave en Haití es el gran número de ciudadanos con armas de fuego, por lo que los organismos internacionales tratar de producir un desarme.

Destacó que la comunidad internacional sabe muy bien que la seguridad es un punto clave en la estabilidad del país.

Indicó que el primer ministro, Gerald Latortue, está tratando de superar esos problemas y «la comunidad internacional está tratando de ayudar en la situación, comprometiendo en julio pasado un millón de dólares al gobierno haitiano, para ayudar a sacar de la crisis y mejorar la situación del país».

Consideró que en Haití hay que cambiar la mente de la población con respecto a las armas, lo que a su juicio «es un proceso muy difícil para empezar y que va a durar mucho tiempo».

Dijo además, que en Haití los organismos internacionales trabajan para restituir la policía, la que definió como clave.