La filosofía hoy día es apostar al cuidado del medioambiente y, por supuesto, el sector gastronómico tiene mucho que aportar a ello, tanto en la manera en cómo se cultivan los productos alimenticios, como igual en la forma en que se envasan para el consumo.

Es en ese sentido, últimamente la apuesta es a buscar cada vez más alternativas que contribuyan a lograr este objetivo.

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Embalaje sostenible

En la actualidad hay una alta necesidad, y por ende, demanda a crear, desarrollar y producir alternativas que vayan en sintonía y armonía con la ecología, básicamente para el proceso de envasado de los alimentos.

De acuerdo con datos de la dirección electrónica National Library of Medicine, debido al enorme impacto negativo que tiene el denominado “plástico de un solo uso”, urge la búsqueda de alternativas para su erradicación del mercado y la búsqueda de soluciones “ecoamigables”.

Comunidad científica

Este colectivo se embarca al rápido desarrollo de embalajes a partir de materiales orgánicos, y además libres de biopolímeros. Sin embargo, para hacer posible esta pretensión e implementación, se requiere de cesiones no sólo del sector industrial privado, sino también de los organismos gubernamentales.

Los bioplásticos

Consisten un grupo alternativo de materiales que se producen de manera parcial o total a partir de fuentes renovables, siendo algunos de ellos biodegradables e incluso compostables, es decir que se descomponen biológicamente, mediante un uso y condiciones adecuadas, pudiendo convertirse en dióxido de carbono, compost de alta calidad sin residuos tóxicos…tanto de manera industrial como doméstica.

Ventajas

Las ventajas que ofrecen al medioambiente y por ello cada vez su aumento entre los más respetuosos con este, es que además de ir en sintonía con el cuidado ecológico, conciencia al consumidor sobre la importancia de elementos que contribuyan a la sostenibilidad

Y dado que el envasado de los alimentos es de suma importancia, y parte integral y facilitador de los sistemas alimentarios modernos, se requiere el desarrollo de los ya mencionados bioplásticos.

Prácticamente todos los alimentos hoy día son envasados desde el lugar de producción hasta llegar al consumidor final, y en este sentido, uno de los desafíos y retos de de la sociedad actual es lograr la reducción de la cantidad de materiales de embalaje o envasado tradicionales. Aunque la ventaja es que son duraderos, tienen la desventaja de que no son biodegradables, y por ello no contribuyen con la sostenibilidad ambiental.

La ciencia tiene un gran trabajo por delante y es que, aunque ya hay algunas alternativas en el mercado, debe continuar con la búsqueda de soluciones viables en cuanto a propiedades de embalaje adecuadas.

Pero es innegable que hoy día se realizan constantes estudios al respecto, con la finalidad de reducir a la más mínima expresión los residuos de los llamados “plásticos de un solo uso”, con el desarrollo de nuevos sistemas de embalaje amigable con el medioambiente.