Con una inversión de US$2 millones, la compañía Bepensa, embotelladores de Coca-Cola Company en la República Dominica, pondrá en funcionamiento una nueva planta de tratamiento de aguas residuales, la cual permitirá que las aguas que se utilizan en la refrescara regrese al subsuelo en condiciones de uso y lista para volverse a generar.

Al ofrecer detalles de la planta, Fernando Pavía Carrillo, vicepresidente de Bepensa, acompañado del ingeniero químico Luis Felipe Rosado, explicaron que la planta de tratamiento que está construida con tecnología de punta, procesará diario un volumen de 519, 000 litros, la cual tendrá una eficiencia de remoción del 99%.

Entre los beneficios que representa esta procesadora de agua para el medio ambiente está; su bajo consumo en energía, una diminuta producción de lodo, una alta estabilidad del sistema y que no tiene olores desagradables.    

El ingeniero Rosado, explicó que el agua turbia que sale de la embotelladora con residuos de algunos detergentes, es homogenizada en un 80% mediante un proceso biológico, sin necesidad de químico.  “Usamos una bacteria, que es un diseño especial que se utiliza en la purificación del agua”. 

Para almacenar el agua, la planta cuenta varias tanques de acero fabricados en Estados Unidos.  En la primera etapa se elimina el 70% de la carga orgánica y con ese tratamiento se baja el consumo de energía. Esta unidad cuenta con bacterias facultativas que se adhieren a una superficie especial.

La segunda y última etapa se determina de depurar el agua en un 29%. En esta unidad se mantiene un cultivo de bacterias a las cuales se le suministra aire con equipos de aeración. El proceso tiene también un tanque sedimentador donde se separa la bacteria del agua, y desde allí sale lista para la desinfección con hipoclorito de sodio.

Rosado explicó que en las últimas etapas, de monitoreo y control del agua, se mantiene un estricto control de  la operación de los equipos en el que se observa la calidad del liquido.

Después de este largo proceso, estas aguas son vertidas a un pozo profundo para uso de riego de áreas verdes de la empresa, para donarles al ayuntamiento, y cumplir con los parámetros de las normas de descargas del país.

La planta quedará en  funcionamiento a partir de mañana después de su inauguración, en  las instalaciones de la Coca-Cola en la avenida Independencia.