SANTIAGO DE CHILE. La autoridad regional de Santiago de Chile prohibió el lunes circular a unos 360.000 vehículos con motores modernos y ordenó cerrar las empresas más contaminantes por la alta concentración de partículas de suciedad en el aire que ingresan directamente al sistema respiratorio.
La medida dictada por el gobernador Claudio Orrego también recomendó suspender las clases de educación física y a los ancianos y a personas con problemas respiratorios les sugirió no salir de sus hogares si no es indispensable.
En la primera emergencia ambiental del año además se prohibió circular a la mitad de los vehículos con motores antiguos, aunque su salida de circulación no influye en la mejoría del aire porque son en total unos 40.000.
Los vehículos modernos con sistema catalítico paralizados incluyen automóviles, autobuses y camiones.
“Lo que está en juego aquí es la salud de los más vulnerables, adultos mayores y niños especialmente”, advirtió Orrego.
Quienes violen la prohibición se exponen a recibir multas que bordean unos 66.000 pesos, unos 100 dólares.
La medida afecta a las 52 comunas de la Región Metropolitana, que incluye a 18 que son rurales.
Las personas que viven en las comunas más acomodadas no sufren la contaminación ambiental que sí afecta a unos siete de los 17 millones de chilenos que residen en el valle de Santiago porque sus viviendas están construidas en sectores más altos.
Santiago se ubica en un valle rodeado por la cordillera de los Andes que actúa como una gran pared que impide en las épocas otoñal e invernal la circulación del aire y forma una gruesa capa de aire sucio que se estaciona sobre las cabezas de los santiaguinos.
Varias ciudades del sur también están con restricción ambiental debido a que usan calefactores a leña, que generalmente no está bien seca.