POR ALTAGRACIA ORTIZ G.
Alrededor de 350 personas ingresaron al departamento de emergencia del hospital Darío Contreras, mientras que su Unidad de Cuidados Intensivos lucía ayer atestada de pacientes y otros esperaban turnos en los pasillos.

La situación era casi inmanejable, pero los médicos especialistas en emergencias intentaban dar respuesta a cada uno de los casos.

La mayor parte de los ingresos se produjeron durante los días, viernes 23, sábado 24 y domingo 25 de diciembre. Sólo heridos por armas de fuego fueron ingresados 24 hombres, mientras que otros fueron llevados por heridas de armas blancas, palos, y trompadas.

La mayor parte de los casos de accidentados y personas heridas de armas blancas y de fuego llegó al hospital Darío Contreras. El día 23 se registraron 119 casos en la emergencia. El 24 de diciembre se recibieron 107 emergencias y el 25 de diciembre 122 casos, la mayoría por heridas de armas blanca, armas de fuego y por tipos de actos violentos.

De esa gran cantidad de heridos sólo hubo un registro de tres muertos para el día 25 de diciembre.

Hubo un número importante de heridos en hospitales como el Francisco Moscoso Puello; la mayoría fue por puñaladas y heridas por armas de fuego.

En el hospital Luis Eduardo Aybar el número de heridos no fue tan significativo, explicaron los médicos residentes, pero hubo numerosas emergencias por intoxicaciones alimenticias y alcohólicas.

Sin embargo, la mayor parte de las salas del hospital Luis Eduardo Aybar estaban vacías. Ese centro de salud ha estado sometido a remodelaciones y todas sus salas de emergencias están ubicadas en puntos diversos del hospital.

LOS CASOS MAS LLAMATIVOS

Uno de los casos que más llamó la atención fue el que recibieron los médicos de la emergencia del Robert Reid Cabral, quienes recibieron al niño Carlos de los Santos, de apenas un año de edad y en estado de coma, dado que su abuelo le habría dado a tomar un vaso con rom.

El menor permanece ingresado en la sala de Cuidados Intensivos del referido centro infantil, pero de acuerdo a los médicos ya ha mejorado dentro de su gravedad.

Al hospital Robert Reid Cabral también fueron llevados cuatro niños con quemaduras, uno de ellos tiene importantes lesiones en los dedos de la mano derecha. Otro menor se quemó la mayor parte de su cuerpo mientras volaba una chichigua que hizo contacto con alambres del tendido eléctrico.

Asimismo, un menor recibió lesiones en su cuerpo como consecuencia del impacto de los llamados fuegos artificiales. En el hospital Luis Eduardo Aybar fue llevado un niño que perdió un ojo después de ser impactado por los fuegos artificiales.

El menor, que recibió quemaduras en las manos, responde al nombre de Jairon Castillo.

EL MISMO DOLOR Y LLANTO

Cada año para las festividades de Navidad y Año Nuevo se repiten los mismos cuadros de llanto y dolor en las unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales. Ese mismo llanto y rostro de sufrimiento se advierte en la Unidad de Quemados y en las salas del hospital Robert Reid Cabral.

En la sala de emergencia del hospital Darío Contreras los pacientes con heridas en diversas partes del cuerpo lucían tirados, muchos con un penetrante olor a alcohol y casi al unísono llamaban a sus madres.

Los heridos venían de diferentes pueblos y provincias, pero en su mayoría pertenecían a los barrios periféricos del Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo.