ALTAGRACIA ORTIZ Gómez
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Las emergencias de los hospitales estuvieron poco concurridas en el tercer día de asueto de la Semana Santa, muchas riñas, pocos muertos y un porcentaje elevado de camas vacías fue el resultado al día de ayer.

El hospital Darío Contreras tenía casi todas las camillas de emergencia vacías, el Robert Reid Cabral tuvo una parte importante de sus áreas cerradas y sólo niños con problemas respiratorios ocupaban las salas de admisiones.

En el hospital Francisco Moscoso Puello,  la tarde del sábado se recibieron muchas personas heridas, pero los muertos no excedieron la normalidad del centro.

El hospital que tradicionalmente recibe la mayor cantidad de personas traumatizadas es el Darío Contreras.

Sin embargo, ayer los residentes de emergenciología  no  podían creer lo que  veían, las camillas estaban vacías.

El doctor Héctor Maceo Quezada, director del hospital, dijo que el sábado 22 fueron atendidas 127 personas en el Darío Contreras, pero eso sucede en cualquier día normal.

De estas, 20 fueron ingresadas, una falleció y unas 24 fueron suturadas y despachadas a sus casas.

El doctor Quezada manifestó que los hombres llevaron nueva vez la delantera en las riñas, puñaladas y golpes.

Las salas de consulta de los hospitales de Santo Domingo estaban totalmente vacías y algunas hasta cerradas.

Casi todos los centros de salud estuvieron abastecidos de medicamentos y material gastable. Asimismo, sus emergencias fueron reforzadas con personal especializado.

Los traumas más comunes fueron por heridas de armas blancas.