POR ALTAGRACIA ORTIZ G.
El 95 por ciento de los pacientes traumatizados y con heridas diversas que llegaron a  la sala de emergencia del hospital Darío Contreras y otros centros asistenciales llegaron a esa condición por situaciones violentas vinculadas con el alcohol, reveló ayer el director del principal centro de traumatología, doctor Héctor Maceo Quezada.

 Hasta el medio día de ayer había un registro de 11 muertos, pero las autoridades temen que el número se incremente. La mayor parte de las víctimas son personas entre 16 y 40 años.

Fue tal el número de personas traumatizadas e intoxicadas, que sólo la emergencia del hospital Francisco Moscoso Puello registró en dos días cinco casos de niños entre ocho y 14 años que  llegaron ebrios. El Hospital Robert Reid Cabral también registró un caso de intoxicación alcohólica.

“La situación se nos salió del carril; todos los índices con relación al año pasado se dispararon. Sólo hubo una baja de los heridos por armas blancas”, señaló el doctor Quezada.

Unas 330 personas habían recibido atenciones por traumas en la cabeza y otras partes del cuerpo hasta el día de ayer, pero para el día de hoy se espera que la cifra sea mucho más alta.

En ese mismo hospital, la sala neuro-quirúrgica estuvo ayer abarrotada de pacientes, lo mismo que la unidad de Cuidados Intensivos.

Los heridos por causa de accidentes de tránsito constituyeron el gran dolor de cabeza para los médicos expertos en emergencias.

Sólo por accidentes de motocicletas, la cifra llegó al 61.10% de los casos que llenaron la unidad de Cuidados Intensivos del principal hospital de traumatología del país.

“Favorezco que se le tire un vistazo a esa posición de quitar las restricciones a la ingesta de bebidas alcohólicas”, dijo el doctor Maceo Quezada.

En la emergencia del hospital Darío Contreras,  el esfuerzo de los empleados y médicos por mantener en orden la situación era  constante, pero también se percibía un fuerte hedor a alcohol, una gran vocinglería, insultos y evidentes reclamos violentos por parte de pacientes y sus familiares.

En la parte externa de la emergencia del Darío Contreras, familiares lloraban por la muerte de sus parientes. Ahí también se advertía la borrachera.

En todos los hospitales de la capital, los hombres fueron los principales protagonistas de los hechos violentos. Mientras las salas de mujeres estaban vacías, las de hombres estaban repletas. El mayor flujo de pacientes del sexo masculino estuvo en el hospital Darío Contreras.

Sin embargo, el incremento de casos fue significativo en los hospitales Luis Eduardo Aybar, Francisco Moscoso  Puello y Marcelino Vélez Santana.

Quezada dijo que la mayor cantidad de afectados presentan traumas en el cráneo y el cerebro, pero las mujeres y los niños no fueron los más afectados.

“Todo este desastre lo provoca el alcohol. Por eso estamos recomendando que se mantenga la medida de restringir los horarios en el consumo de alcohol”, aseguró el ortopeda.

El año pasado se registraron 54 casos de accidentes de motocicletas, este año se registraron 87 casos en dos días.

En el subtotal de los accidentes hubo un incremento de 48.80 por ciento de los accidentes. De estos casos se registraron 86 el año pasado y 128 este año.

MAS  CIFRAS

Los accidentes de tránsito, por automóviles se incrementaron en un 28.10% con relación al año 2006. El año pasado llegaron  a la emergencia del hospital 32 personas accidentadas. Este año    llegaron 41  casos.

Los casos de personas que recibieron impacto por armas de fuego también se incrementaron este año en un 38.40%.  El año pasado en el mismo período de 23 y 24 las autoridades del centro registraron 13 casos, este año hubo 18 casos, informó el director del Darío Contreras.

En el caso de heridas por armas blancas hubo una reducción positiva de un 15 por ciento. El año pasado hubo 19 casos, este año sólo 16, aseguró.

Hasta anoche no había ni un caso de accidentes por fuegos artificiales.

Cada año la cifra de heridos es alta en los hospitales públicos y este año las estadísticas se elevaron  aún más, incremento que  se atribuye al levantamiento de las restricciones al expendio de  bebidas alcohólicas.