Emergentes o relevistas políticos

Emergentes o relevistas políticos

Aunque con cierta frecuencia trato de comparar la política con el deporte, escuché a la destacada analista Rosario Espinal introducir una figura interesante en referencia al posible relevo político, haciéndolo desde luego de forma magistral como quien juega con el vocabulario del deporte rey que conocen casi todos los dominicanos, la pelota. Ciertamente me gustó esa comparación.

No recuerdo si dijo emergente o relevista, aunque cuando se habla de lanzador sustituto es lo mismo, pero constituye probablemente uno de los aspectos que los partidos tienen por delante como tarea ineludible, sobre todo los que se encuentran en la oposición y particularmente los que mayor peso y responsabilidades tienen frente a la sociedad. También para  quienes creemos en la necesidad de que el pluralismo y el equilibrio deben estar presentes en nuestra débil democracia institucional y partidaria.

La diferencia que pudiera existir en el uso de relevistas o emergentes entre la política y la pelota se fundamenta en que los equipos cuentan con rosters de jugadores y managers o dirigentes, quienes saben o deciden el rol que le toca desempeñar, tanto en la defensiva como en la ofensiva. Los papeles están bastante bien definidos. Los lanzadores saben qué día le toca accionar y los demás peloteros saben a qué posición van a jugar y qué turno al bate les corresponde.

Si analizamos fríamente los partidos, muy pocos conocen en realidad sus rosters completos. Por ejemplo el PRD como principal partido, más viejo y que se supone cuenta con más experiencias que los demás, el tema de sus rosters ha estado en el tapete permanentemente e incluso algunos entienden que gran parte de los problemas que hoy arrastran es producto de una Convención que no contaba con un padrón  aceptado por toda la organización. Pero no solo ocurre en cuanto al padrón, pues en muchas ocasiones también se han cuestionado otros listados de importantes cuadros dirigenciales.

Mientras en cualquier equipo deportivo, sea de béisbol u otra disciplina hay que tener un listado con los jugadores y sus especialidades, muchos de nuestros partidos, viejos y nuevos, todavía no tienen los suyos, y eso es una señal inequívoca de que los responsables, lamentablemente no le han dado el valor que tiene ese aspecto institucional.

Los deseos permanentes de cambios no deberían rebozar  la capacidad de los partidos y sus dirigentes; por eso  tienen que  esforzarse en mejorar institucionalmente y saber buscar, si es necesario, emergentes que contribuyan a garantizar triunfos; pero como en el deporte, los emergentes tienen que formar parte del equipo, conocer las reglas, haber sudado en las prácticas y estar en forma.

Aquí, el que es de un equipo de pelota, ahí muere. Pregúntenle a un estrellista, pero en política, especialmente luego del pragmatismo y abandono  de ideologías, mucha gente se puede cansar de perder y cambiar de equipo, sobre todo ante una  situación en la que sin la gente sufrir de estrabismo, los están poniendo a ver  dos PRD. Y eso les hace daño.  

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