Para realizar labores altruistas aun cuando éstas  se hagan con recursos del Estado se requiere tener una   vena filantrópica y la buena voluntad de ayudar al prójimo. 

Y una persona  que desde  1996 encontró  su verdadera vocación en ayudar a los más necesitados es Emigdio Sosa, director del Plan Social de la Presidencia.

“Me siento muy satisfecho de poder hacer el bien por la gente a través de esta unidad”, expresa.

Razón. Según explica Sosa, el Plan Social es una especie de “pulpo” cuyos tentáculos apoyan  varios sectores sociales. Dan apoyo a la discapacidad,  la cultura,   hospitales,  bateyes, iglesias, educación y –por su puesto–  la alimentación, su génesis.

El director del Plan Social asegura que se involucra totalmente en las historias que llegan a su escritorio y advierte que no permite que nadie se le identifique como dirigente político, sino que en la medida de lo posible  trata de que la ayuda llegue  a quien realmente lo necesita.

Pobreza. El funcionario está consciente de que con una funda de comida o una ayuda momentánea no se acaba la pobreza, sin embargo aclara que “nuestra intención no es erradicar la penuria, sino más bien ayudar al pobre  dentro de su realidad”, explica.

Por lo regular, las personas que hablan de combatir la pobreza no la conocen realmente, sin embargo Sosa admite que muchas veces necesitó, no una mano que lo ayudara, sino dos, como cuando vivía con sus padres en  una humilde casita en Los Llanos de San Pedro de Macorís.

“Nunca pude comerme un huevo entero durante mi infancia; los cuadernos y los lápices los partían en dos, o sea, yo conocí la pobreza”, afirma.

Impotencia. Sin miedo a equivocarse, reconoce que en doce años ha hecho mucho por su gente (1996-2000 y 2004 hasta la fecha), sin embargo, en ocasiones siente impotencia porque el presupuesto no le permite más, lo que en ocasiones limita resolver en un caso en su totalidad.

Por lo regular,  el Plan Social de la Presidencia  recibe 1600 millones de pesos al año. Sin embargo, en ocasiones muy puntuales, como Navidad o cuando ocurre una catástrofe  natural por ejemplo, recibe una partida extraordinaria que varía según la situación.

En doce años, cuenta Emigdio Sosa,  en este programa han invertido un poco más 145 mil millones de pesos, según su contabilidad.

En su maletín se lleva… El Estado dominicano enfrenta un proceso de transición,  que supone cambios en el tren gubernamental.  Sosa dice que si tiene que dejar sus funciones el próximo 16 de agosto en su equipaje se lleva varias cosas: “me llevaré  el orgullo de que nunca he sido cuestionado (aclara que ni en el año 2000 cuando tuvo que dejar sus funciones, fue cuestionado), la tranquilidad de que esta institución no le debe un centavo a nadie, y sobre todo que cuando salga de aquí podré decir ‘misión cumplida’, pude servir a mi pueblo”.

Emigdio Sosa desea ser recordado como una persona que usó su posición para servir a los necesitados y aunque dice que no cuenta con los recursos económicos, pero  le gustaría seguir ayudando de alguna manera a los desposeídos.

¿A quién le dejaría su “hijo”?   El Plan Social en parte fue creado bajo las ideas de Sosa, entonces es como su bebé, y aunque no se atrevió a mencionar nombres,  destacó las cualidades que debe poseer: no pueden dejarse llenar los ojos con el dinero, porque manejan muchos recursos, y deben tener voluntad de ayudar.

Antecedentes

Hasta el 6/02/1989

El instituto de Estabilidad de Precios (INESPRE) era el organismo autorizado para llevar ayuda sociales.

Ese mismo año (1989)

Mediante el Decreto No. 54-89 se crea el Departamento de Asistencia Social adscrito al Poder Ejecutivo.

2000-2004

Durante este periodo se denominó Plan Presidencial contra la Pobreza.

21/04/2005

Vuelve a su nombre original: Plan Social de la Presidencia mediante el Decreto No. 179-05.

Directrices

Su oficina principal está ubicada en la avenida España No. 2, en Villa Duarte y cuenta con varias oficinas regionales.