Emilio José Brea García – Las pérdidas de lo público

Emilio José Brea García – Las pérdidas de lo público

Ya no extraña lo que les ocurre a los espacios abiertos y a los patrimonios públicos.

Desde siempre las áreas verdes han sido las más apetecidas. Ahí encaja la voracidad personal, empresarial, política y económica, que actúa contra las ciudades. Después han sido las calles, principalmente y en virtud de una seguridad cuestionable. Las hay que dejaron de serlo porque se convirtieron en parte de una propiedad privada.

Ahora en Navidad, son las aceras llenas de fuegos de artificio, potenciales explosivos que juntos pueden ser dinamita. El Centro Olímpico Juan Pablo Duarte es una buena muestra de ello, sin que se deje de notar que dentro de este complejo hay ya de todo, desde destacamento policial y «feria mecánica» hasta talleres de mecánica en plena calle (por los lados de la media naranja).

Ahora, dos semanas más tarde de lo ocurrido, la gente se percata de que ya no tenemos los cilindros «cromo interferentes» (no mono interferentes) que nos legara el maestro venezolano Carlos Cruz Diez cuando por aquello del quinto centenario regaló su ingenio universal a la capital dominicana, para que exhibiera, de manera efímera (por sólo diez años) su obra única en monumentalidad expresiva como arte público y que fueran recreados en los silos de la extinta Fábrica de Molinos Dominicanos que ahora es de capital privado.

Dos cosas tendrán que ser consideradas, solo para lamentarnos más. Que los inversionistas no tuvieran recursos para restaurar esa magnifica obra que salva el paisaje urbano de una zona degradada de la ciudad pero sin tuvieran millones para comprar activos y pasivos de una empresa «en bancarrota» (para uno de sus ejecutivos, los silos eran un dolor de cabeza y sólo lo veían como un simple almacén). Lo otro es que nuestra Secretaría de Estado de Cultura no tuviera injerencia directa en la obra, ya no tanto en el lugar, pero si en la significación de lo expuesto, por su valor semántico, semiótico, histórico (Cruz Diez es sobrino nieto de Juan Pablo Duarte y Diez), documental y artístico.

Nada, que por resumen, nos vamos quedando sin áreas verdes, sin calles, sin aceras y sin arte público visual gratis. Este último porque los poderosos, que viajan tanto y aprecian tanto arte público visual en el exterior, no comprenden ni aprecian el que podríamos tener y hemos tenido por aquí, y porque además no tenemos una instancia verdaderamente preocupada por hacer valer los derechos ciudadanos de alcanzar una mejor ciudad.

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