Involucrarnos militarmente en Irak es grave error, funesto precedente.

La situación iraquí se deteriora cada día sin vislumbrarse solución.

La fecha prevista para la entrega del poder es burla y torpe ficción.

No saben qué ni a quién van a entregar.

Bush plantea falsa disyuntiva para Irak: democracia o terror.

Olvida que todavía no hay atisbos de tal democracia en Arabia ni en Kuwait. ¿Porqué en Irak iba a ser distinto?

Ya no mandan los talibán en el Afganistán invadido pero tampoco allí hay democracia.

Si hubiesen escuchado al canciller Tolentino Dipp no habríamos mostrado la precariedad de nuestra independencia.