Posiblemente, lo más importante sucedido en Haití no sea la marcha de Aristide sino la llegada de los 500 marines norteamericanos.

El día extra del bisiesto señala la nueva ocupación, una más, pero nadie imagina cuándo será la desocupación esta vez.

Quizás nunca. Guantánamo siempre sería más incómodo.

Mientras tanto, en Caracas se decían palabras mayores sobre la «integración sudamericana».

Brasil, Argentina y Venezuela propusieron impulsar y acelerar esa integración de tan nítidos alcances: Sudamérica, ampliando desde ya el Mercosur.

El bloque regional propuesto tiene que ser la meta.

Antes que con el norte o Europa, Sudamérica consigo misma.

Pragmático.