«Yo quiero ser millonario pero sin dar un golpe».
Así promueven un juego de azar.
Obviamente, el dueño del fracatán no juega.
Ayer insistíamos en que nuestro salario mínimo fomenta miserias. También juegos, vagancia y delincuencia.
«La nación dominicana y toda su organización social, política y económica se fundamenta en el trabajo», decía la Constitución de Bosch. La borraron.
Imposible aumentar salarios, aseguran. Ni de médicos.
)También es imposible aumentar sueldos domésticos?
Disponer de chofer de familia o cocinera son lujos asiáticos que aquí suelen pagarse con miseria.
Abusar de los salarios es abominable ante Dios.
Solo queda el fracatán.