El viejo caudillo utilizaba esa frase terminando sus arengas. El presidente también la usa, recordando su inspirador y guía.
Aunque ya nada sorprenda en nuestros políticos, pudo extrañar que el candidato peledeísta también rindiese fervoroso homenaje recordando los «gloriosos» doce y diez años, gritando ¡a paso de vencedores!
Reeleccionistas y antirreeleccionistas compiten en su devoción balaguerista. Todos quieren imitar mañas y «pragmatismo».
Quien presidía el país hace 40 años promueve ¡ahora! increíble frente antirreeleccionista. Emocionante.
Toditos terminan reburujados.
Obligándonos a elegir entre malo y peor.
Uno engañó y perjudicó más. A más gente.
Usted sabe bien.
Y lo que falta…