Tras haber cumplido tres años como rectora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Emma Polanco empieza su último año al frente de la primera universidad del nuevo mundo, profesando una conducta ajena a la familia universitaria, donde la unidad ha sido la armonía entre los servidores uasdianos.
A la maestra de contabilidad se le debe recordar que la UASD es una comunidad pequeña, en la que todo se sabe, y que si ella actúa por retaliación ante los maestros y empleados, las informaciones se comentarán.
“Ten mucho cuidado a quien pisas al subir, porque te lo encontrarás al bajar”. Este es un mensaje muy atinado para la magnífica, pues debemos reiterarle que la UASD es una familia muy grande, donde se aplica democracia y, por ende, se deben respetar todas las ideologías, preferencias y simpatías.
La UASD no es una monarquía, a su mandato le queda un año, y las próximas autoridades pueden utilizar los organismos fiscalizadores del patrimonio público de la República Dominicana para auditar su gestión, y de no ser placentera para usted, vendrán los cuestionamientos.
La UASD no es ajena a la sociedad, pues su dependencia del presupuesto nacional la obliga a rendir cuentas de sus gastos en las distintas instituciones que inspeccionan las ejecuciones del dinero del Estado.
Hoy, usted está dirigiendo la Alma Máter del pueblo dominicano; no aplique el látigo a sus contrarios, que la rueda puede girar, y en un año las condiciones pueden cambiar, su poder no es absoluto, y usted lo sabe.
Las elecciones serán el próximo año para elegir a las nuevas autoridades; han empezado las campañas para las conquistas de los votos, y al parecer, los porcentajes no favorecen a los candidatos de la rectora.
Mantenga la unidad en la familia uasdiana, no sea verduga de sus compañeros que hoy la adversan, porque mañana pueden hacerlo contra usted; recuerde que la Universidad Autónoma de Santo Domingo es la academia de todos.