La actriz británica Emma Thompson se sintió “horrorizada” tras enterarse de que un camarero había perdido su trabajo por haberle pedido permiso para tomarse un “selfie” con ella en un hotel londinense, recogen este lunes medios locales.
Al parecer, según informó inicialmente el dominical “The Sunday Times”, Thompson se encontraba el pasado sábado comiendo con un grupo de amigos en el restaurante del exclusivo hotel de cinco estrellas Brown’s, en el céntrico barrio londinense de Mayfair, cuando un camarero se acercó a su mesa para preguntarle si podría hacerse una foto con ella.
La actriz no accedió a tomarse la instantánea, al considerar que la foto estropearía el ambiente relajado del que gozaba con sus amigos. Al día siguiente, la dirección del hotel despidió al camarero por considerar que este había quebrado el estricto protocolo del hotel.
Cuando la actriz se enteró del despido, a través del citado periódico “The Sunday Times”, telefoneó al director del centro, Stuart Johnson, para pedirle que readmitiera al hombre.
En declaraciones a la cadena pública BBC, el director rehusó hoy hacer más comentarios sobre ese incidente, en aras de “la privacidad y el bienestar tanto de los miembros del equipo como de los huéspedes».