Emmanuel Esquea contra los asombrosos peajes

Emmanuel Esquea contra los asombrosos peajes

Abinader escogió la persona correcta para el caso Autopista del Nordeste

Suena novelesco, misterioso, como de una serie policíaca muy esperada por el público dominicano, por los que no tienen quien los defienda, que pagan y pagan impuestos para que unos personajes siniestros se los embolsillen.

Unos tipos se confabularon para dar una serie de asaltos en lugares desolados del camino. Porque no es más que un camino, propiamente hablando. A lo más, una carretera poco transitada, peligrosa, que se desliza por curvas de peraltes invertidos, que obligan a pensar que fueron hechos así, invertidos, adrede.

Porque no se puede uno imaginar a un solo ingeniero o constructor de caminos que no entienda las implicaciones de esta barbaridad que ha costado cerca de US$ 30 mil millones, según informes.

La noticia por fin llegó, el anuncio por todos esperada por más de tres lustros: se va a averiguar, en serio, qué vaina pasó ahí. Misterio que nos sobrecoge a todos, pero del que nunca se dijo que alguna vez se averiguaría.

Pero el misterio tiembla, porque todo el mundo sabe que Esquea es rosca izquierda, y su intransigencia notoria, en el país en que na’ e’ na’.

Confiamos que esta vez vamos a saber, a entender, cómo es, cómo fue, cómo ha sido que alguien se inventa un fraude tan colosal y que nada se sabe.

Como decir y preguntar, de dónde se inventó alguien, y cómo otro alguien le creyó, que por esa carretera iría a pasar tanto tránsito como para pagar la inversión y la escandalosa renta proyectadas.

¿Dónde han estado los fiscales, los de las cámaras, la de Cuenta, la del Congreso y demás cortes? Y ¿dónde están los estudios factibilidad, y los destacados expertos dominicanos que los hicieron y los ratificaron como buenos y válidos; y que concluyeron que la carretera se autofinanciaría en el mediano o largo plazos?

Estaremos a la espera de que el doctor Esquea Guerrero regrese con la presa en la mano; que aparezcan los funcionarios y los técnicos que realizaron esos estudios de mercado y los que desde la autoridad del Estado dieron el visto bueno.

Deben ser sometidos, específicamente, también los profesionistas que sustentan esas propuestas públicas, auspiciadas por grupos privados, o por el propio Gobierno, incluyendo, “privilegiadamente”, a los que evalúan esos “estudios” en los bancos y entidades financieras, privadas y públicas, que financiaron los proyectos; quienes también están obligados a dar cuenta de sus propios estudios y levantamientos.

E igualmente, los auditores de las entidades que concurren en el conocimiento y aprobación de estos proyectos, corresponsables de sustentar con sus firmas y el nombre de sus empresas, lo que ellos aseguran que es un proyecto bueno y rentable para nuestra nación-Estado.

El Presidente escogió la persona correcta. Anhelamos ver al doctor Esquea, con la reciedumbre que lo ha hecho no pocas veces inelegible para cargos diversos, precisamente por no ser condescendiente con vagabunderías.

Adelante, doctor Esquea. Más de medio país estaremos apoyando y celebrando su actuación. Lo necesitamos desesperadamente. Como si se tratase de nuestra penúltima oportunidad.

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