Emoción y expectativas a la espera del último gol

Emoción y expectativas a la espera del último gol

POR YOANY CRUZ
No estaban en el estadio olímpico de Berlín, Alemania, sin embargo compartían las mismas emociones y algarabía del último partido de la Copa Mundial de Fútbol Alemania 2006, desde el salón La Concha del hotel Hamaca Coral by Hilton, en un almuerzo ofrecido por el embajador de Alemania en el país, Karl Kohler y la gerencia del hotel.

Allí se dieron cita diplomáticos, funcionarios gubernamentales, ejecutivos de la cadena hotelera e invitados especiales seguidores de este deporte de fama mundial.

En el salón la decoración estuvo acorde con el evento deportivo, exhibiendo banderas de Alemania (país anfitrión), Italia y Francia, países competidores. Los centros de mesa recreaban un campo de fútbol portando un balón en su centro.

Desde su llegada los invitados se identificaban con su equipo favorito, tatuando en su rostro u otra parte del cuerpo los colores de la bandera de su equipo y portando agitadores para desde aquí animar el partido número 64 del mundial.

Previo al inicio del partido, el embajador Karl Kohler pronunció unas breves palabras de bienvenida en las que expresó su gratitud por la presencia de amigos dominicanos y diplomáticos de las diferentes embajadas.

“El evento de hoy es una iniciativa de la aembajada de Alemania y la gerencia del hotel Hamaca Coral by Hilton para despedir un encuentro deportivo tan importante para el mundo como es la Copa Mundial de Fútbol”, precisó.

Destacó que el último día es el más importante porque se juega con el alma para alcanzar el título mundial y como paradoja de la vida, la copa se está celebrando en Alemania, un país europeo y los finalistas también son europeos.

Eran aproximadamente la 1:00 de la tarde cuando los invitados con agitadores en manos y las emociones a flor de piel se preparaban para disfrutar cada hazaña de los jugadores y cada gol anotado.

El partido inició, y con él la algarabía y los aplausos de los fanáticos del fútbol que se mantuvieron muy atentos a cada jugada de ambos equipos; por momentos en el salón se vivían momentos de tensiones y silencio cuando Italia amenazaba con derrotar a Francia o viceversa, tensión que se mantuvo hasta que Italia venció 5-3 a Francia en una definición por penales, luego de un empate 1-1 en el tiempo regular y el alargue.

Finalizado el partido en que se coronó Italia como campeón del mundo, en Alemania la alegría y el júbilo fueron los protagonistas del escenario. Lo mismo sucedió en República Dominicana, donde los fanáticos del fútbol y seguidores de la selección italiana también celebraron el triunfo.

En la celebración, el embajador Karl Kohler manifestó su alegría por el triunfo de Italia, su equipo favorito, y expresó que “para Alemania ha sido un honor ser el país anfitrión de un evento de clase mundial, además de que la selección alemana quedó en tercer lugar, una posición muy significativa cuando se habla de una copa mundial”.

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