Empate Bush-Kerry anima campaña EEUU

Empate Bush-Kerry anima campaña EEUU

WASHINGTON (EEUU) (EFE).- La campaña electoral en EEUU gana en emoción con la última encuesta que prevé un empate entre el republicano y presidente George W. Bush y el demócrata John Kerry, que hoy defendieron sus opciones en Iowa y Nuevo Hampshire.

   Según el sondeo difundido el domingo por la empresa Gallup, Bush y Kerry están igualados con un 49 por ciento de apoyo entre los votantes probables, lo que confirma lo que ya señalaban otras encuestas: que el presidente ha perdido la ventaja que tenía antes del debate del pasado jueves.

   Para recuperar posiciones, Bush ha presentado hoy una buena baza que afecta al bolsillo de los ciudadanos: una prórroga durante diez años de varias medidas de alivio fiscal que costarán a las arcas públicas cerca de 150.000 millones de dólares.

   El presidente ha elegido la ciudad de Des Moines (Iowa), para estampar su firma en el texto, ya aprobado por el Congreso, que recoge la cuarta bajada de impuestos desde su llegada a la Casa Blanca.

   «La ley que firmo esta mañana llega en el momento adecuado a EEUU», dijo Bush en una breve ceremonia, en la que pronunció un discurso dirigido a la clase media, la mayor beneficiaria de esta medida.

   Como ejemplo, dijo, «si no hubiésemos actuado, una familia de cuatro personas con unos ingresos de 40.000 dólares tendría un aumento en sus impuestos federales de 900 dólares»,

   Según sus cálculos, son unos 94 millones de estadounidenses los que tendrán que pagar una factura fiscal más baja el próximo año porque «dejaremos unos 50.000 millones de dólares en las manos de la gente que los ganó», añadió.

   El presidente subrayó que la extensión del recorte de impuestos, que en principio vencía a finales de este año, ayudará a la recuperación de la economía.

   Pero éste es sólo un primer paso «esencial», según Bush, quien defendió que esta medida se convierta en permanente para evitar que dentro de unos años se pase la factura a los pequeños empresarios, granjeros y familias medias de EEUU.

   Bush no mencionó en ningún momento a su gran rival, John Kerry, quien reiteradamente le ha acusado de mantener una política impositiva que favorece a los ricos en detrimento de los ciudadanos de a pie.

   Hoy ha vuelto a lanzar duras críticas en su contra, pero esta vez en relación con otro asunto polémico, la investigación con células madre, y le ha acusado de «sacrificar» la ciencia en favor de una ideología de extrema derecha.

   Con fuerzas renovadas por los resultados de los sondeos, un Kerry mucho más incisivo tachó hoy al presidente de «tozudo» por negarse a levantar las restricciones al uso de células madre en la investigación de enfermedades tan importantes como el cáncer, el Alzheimer o el Parkinson.

   Desde la localidad de Hampton, en Nuevo Hampshire, el candidato demócrata prometió suprimir esas restricciones si gana los comicios del próximo 2 de noviembre y aumentar los fondos para este tipo de investigación.

   El actor Michael J. Fox, enfermo de Parkinson, le acompañó en este acto electoral para denunciar las restricciones impuestas por el Gobierno en agosto de 2001, cuando Bush limitó el uso de fondos federales solamente a unas pocas cepas de las células embrionarias existentes en ese momento.

   A las críticas al presidente se sumó hoy también un grupo de 186 ex embajadores de EEUU que hizo público su apoyo al candidato demócrata y atacó duramente la política exterior de la actual Administración.

   Los diplomáticos, que han servido en administraciones demócratas y republicanas, coincidieron al afirmar que es «imprescindible» un cambio de Gobierno si se quiere reforzar la seguridad nacional de EEUU.

   La incógnita sobre si se producirá o no ese cambio se mantiene en vísperas del segundo debate electoral, que celebrarán mañana, martes, en Cleveland (Ohio) los dos aspirantes a ocupar el «número dos» de la Casa Blanca, el vicepresidente Dick Cheney y su contrincante demócrata, John Edwards.

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