Empeño evangelizador de la Iglesia
ante el incremento de suicidios en Japón

Empeño evangelizador de la Iglesia <BR>ante el incremento de suicidios en Japón

TOKIO, (ZENIT.org).- Ante el aumento del número de suicidios en 2003 en Japón, la comunidad católica está evidenciando su compromiso por dar un alma a la sociedad del país asiático y poner de nuevo la vida en el centro de los valores.

Según un informe de la agencia nacional de la policía japonesa, el año pasado se quitaron la vida 34.427 personas, un 7,1% más que en 2002. El alarmante aumento de suicidios se registra sobre todo entre los jóvenes, advierte “Fides”.

En efecto, entre las categorías de mayor riesgo se encuentran los menores, con un aumento del 57,6% respecto a 2002. Se trata, en su mayoría, de estudiantes – en particular 83 jóvenes de escuela media y 10 de enseñanza elemental.

También, van en aumento los suicidios entre personas de 40 a 50 años de edad afectadas por la crisis económica, que ha causado la pérdida de numerosos puestos de trabajo y la quiebra de muchas empresas.

Los problemas de salud (44.1%), los problemas financieros (25.8%) y las dificultades familiares (8.5%) se citan entre las principales causas de los suicidios.

Consciente de que para responder a este fenómeno hay que restituir un “suplemento de alma” a la sociedad, la Iglesia en Japón, aún siendo una exigua minoría, continúa en su empeño de evangelizar la sociedad y llevar al Bautismo a nuevos catecúmenos, siguiendo las principales indicaciones de la Conferencia Episcopal a las diócesis y a las parroquias.

“En las alarmante estadísticas de los suicidios –más que en el estallido de las nuevas sectas religiosas- están los síntomas del malestar de toda una sociedad, invadida por una visión del mundo que contempla como se agota el valor el hombre en la tecnología y en la riqueza material”, reflexiona la agencia de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos.

Aunque la existencia humana se identifica con el trabajo y la empresa, también están creciendo los fenómenos de agregación y voluntariado, de los que la Iglesia local se ha hecho con frecuencia promotora sabiendo reavivar energías adormecidas bajo la indiferencia y el bienestar.

Después de un año de evangelización y de haber bautizado a 83 personas en la vigilia pascual de 2004, el padre Haresaku Masahide, párroco en Tokio, reconoce: “hoy las personas están a la búsqueda de algo en qué creer y en la Iglesia encuentran el tesoro de la verdad y de la fe. Es la Palabra de Jesús la que convierte los corazones”.

“Creo que en Japón el catolicismo puede tener un futuro cada vez más luminoso -subraya-. Espero que el número de bautizados crezca cada año”.

En Japón de una población de 127 millones de personas el 53% es sintoísta, el 41% es budista, el 5% es confucionista y hay un 1% de cristianos.

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