LLENNIS JIMÉNEZ
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El traslado de gente que retornaba a sus localidades de origen para pasar la Semana Santa junto a sus familiares causó conmoción ayer en la mayoría de las terminales de autobuses de la capital.
Vamos pa´ la playa, oh, oh, oh…. Con este estribillo de la canción Kafu Banton el chofer Pascual Hidalgo, intentaba llamar la atención de los viajeros con destino a Nagua, en la parada del kilómetro nueve de la autopista Duarte, donde a las 11:50 de la mañana habían sido despachados 78 autobuses para la zona del Cibao.
Pero nada distraía a la pequeña Mariam Dolti de la Cruz, sentada en los bultos, mientras su madre Ana Elvira Marte compraba los boletos para viajar a Salcedo, provincia Hermanas Mirabal. La confusión de la gente empezaba a molestar al control de las rutas Ramón Paredes, quien en su lista de turnos anotaba las 16 guaguas que antes de las 12:00 habían salido rumbo a Nagua. Paredes indicó que los sindicatos del kilómetro nueve aumentaron sus capacidades para transportar a un millón de dominicanos en el transcurso de este asueto de la Semana Mayor. Muchos pasajeros mostraron la satisfacción que les da ir a los pueblos a disfrutar de los ríos. Caribe Tours abarrotada. Las principales demandas de asientos en esta terminal fueron para las turísticas áreas de Sosúa y Samaná, de acuerdo a Francisco Marmolejos, gerente de operaciones.
Las claves
1. En organización
Susana Carvajal no planificó la comida que consumirá en Montecristi, donde estará hasta el domingo. Hizo sus maletas y las de su hijo José Manuel para compartir con su hermana y sobrinos. Sin embargo, cuando esperaba el expreso que por RD$280 la llevaría al lugar, empezó a llamar a su hermana para que se preparara a recibirla en cinco horas.