“A sigún” como se mire, como todo en la vida, la respuesta del Procurador General, Francisco Domínguez Brito, al emplazamiento para que ponga en conocimiento del Congreso los nombres de los diputados electos que fueron apadrinados por el narcotráfico, como denunció recientemente, puede ser calificada de insolente y destemplada, pero también de oportuna y necesaria. Particularmente creo que Domínguez Brito tiene razón cuando afirma que los únicos responsables de que personas vinculadas al narcotráfico vayan al Congreso son los partidos, pues conocen a quienes postulan como candidatos. También creo que es atendible su explicación de que no reveló públicamente esos nombres porque constitucionalmente esas personas tienen derecho a ser candidatos, aunque resulta obvio que, por razones éticas, no deberían serlo, pero está requete probado que los partidos se pasan la ética por el forro. Claro está, Reinaldo Pared, quien asegura que existen mecanismos legales para impedir que esos candidatos tomen posesión de sus cargos, no está obligado a aceptar la respuesta del Procurador a su emplazamiento, ni tampoco a quedarse callado ante su recriminación pública. ”Aquí todo el mundo sabía en lo que estábamos. El Ministerio Público hizo las investigaciones de lugar, y como no podía hacer mas hizo la denuncia y la advertencia, en su monento, a los partidos”. ¿Que quién tiene la razón? Ya les dije, al principio, que eso es “a sigún”… Mientras tanto, debemos estar atentos a lo que le responderá el Procurador a los miembros de la Secretaría de Asuntos Municipales del PLD que encabeza Ignacio Ditrén, que ayer lo emplazaron a revelar los nombres de los alcaldes que estarían vendiendo propiedades municipales y otorgando permisos para la instalación de estaciones de combustibles, entre otras diabluras, aprovechando el “tiempo muerto” de la transición. ¿También los llamará hipócritas?