LOS ANGELES, AP. Una caravana de inmigrantes partió de Los Angeles a Bakersfield para pedirle al congresista republicano Kevin McCarthy que respete una ley que permite que niños centroamericanos no sean deportados automáticamente al llegar solos a la frontera.   

Los cerca de 20 inmigrantes que salieron de esta ciudad se reunirán en Bakersfield con otros tantos activistas procedentes de San Francisco, para juntos pedir al líder la bancada de la cámara baja que apoye la ley conocida como William Wilberforce, promulgada en el 2008.

Mediante la ley, los niños centroamericanos y otros menores de países no contiguos que llegan solos a la frontera son puestos en proceso de deportación y tienen derecho a una audiencia ante un juez de inmigración.

Entre tanto, son transferidos al Departamento de Salud y Servicios Humanos, que luego generalmente los pone a cuidado de sus padres o seres queridos. “Estos niños, como otros niños o cualquier persona en este país, tienen derecho a un debido proceso de le y bajo la Constitución”, dijo Martha Arevalo, directora ejecutiva del Centro de Recursos Centroamericanos, una de las organizaciones detrás de la movilización.

La caravana, que partió en varios autos, incluye varios simpatizantes de centro comunitario, que lleva unos cuantos casos de niños centroamericanos no acompañados. En Bakersfield, todo el grupo planea realizar un mitin afuera de la oficina del congresista y luego una vigilia.    La oficina de McCarty no contestó inmediatamente a un mensaje que le envió la AP.

La preocupación de los activistas deriva de pronunciamientos hechos por algunos legisladores republicanos y demócratas hace unos meses, después de que el presidente Barack Obama pidió al Congreso una partida de emergencia de 3.700 millones de dólares para enfrentar la crisis producida por el incremento de niños no acompañados llegando a la frontera.

Más de 60.000 menores han llegado solos a la frontera en el último año, la mayoría de ellos salvadoreños, guatemaltecos y hondureños que huyen de un ambiente de violencia. Aunque la cantidad de niños no acompañados ha bajado en los últimos meses, la mayoría de los que han sido admitidos al país tienen casos pendientes que avanzan lentamente en cortes de inmigración.

Legisladores republicanos quisieron entonces enmendar la ley William Wilberforce para que el gobierno tuviera la autoridad de tratar a los niños centroamericanos como mexicanos y deportarlos rápidamente, a menos de que prueben que el miedo que de regresar a su país amerita audiencias adicionales.

Teresa Borden, portavoz de la organización, dijo que están haciendo el mismo pedido tanto a republicanos como demócratas. El mes pasado, agregó, hicieron una movilización parecida afuera de la oficina de la congresista demócrata Dianne Feinstein.

“Queremos enviar el mensaje, a demócratas y republicanos, para que no usen este asunto como tema de campaña”, dijo Borden en referencia a la próxima elección de noviembre. Los activistas también intercederán por los niños mexicanos no acompañados que llegan solos a la frontera, y que debido a que no están protegidos por la ley, son deportados inmediatamente.

“Estamos igualmente preocupados por las deportaciones rápidas de niños mexicanos no acompañados ya que ellos están pasando por situaciones parecidas a los menores que huyen de Centroamérica”, dijeron más de una docena de organizaciones en una carta que entregarán a McCarthy.