Ochenta personas, entre ellos obreros, ejecutivos, directores medios y encargados departamentales que por más de una década laboraron en el cerrado ingenio Montellano, reclamaron de las autoridades del Banco Central aclarar el destino que han recorrido RD$800.0 millones que depositó en esa institución el Consorcio Azucarero & Biocombustible Quisqueya (Cabioqui), para el pago de “nuestros salarios y las prestaciones laborales, pero carecemos de informaciones que nos qclaren nuestro caso”.

Esta empresa con sede en Chicago, Estados Unidos, arrendó en febrero e 2012 al Consejo Estatal del Azúcar (CEA), el ingenio que había sido años antes para ponerlo en operación en un plazo de doce meses, con una inversión superior a los US$40.0 millones. Pero este proyecto quedó estancado, lo que obligó a los ejecutivos del CEA, en ese entonces, a notificar mediante acto de aguacil, exigir a los dueños de Cabioqui el saldo de una deuda de US$850,000.00, incluso que permitieran un inventario sobre los bienes enel central Azucarero.

El consorcio para la ocasión propuso contratar mil 700 empleados directos, lo que dejaría beneficios a unas seis mil personas de manera directa, agregando nuevos terrenos y una mayor cantidad de colonos.Estos anuncios fueron hechos por los ejecutivos de la compañía Cabioqui, entre ellos el presidente, Edward Bayron Smith, Jr., el cual tiempo después traspasó sus acciones a Lucien Edward Forbes, hasta el cierre de sus operaciones.

Entre las propuestas de rehabilitación de dicha empresa azucarera, entre otras incluyó el desarrollo de planes sociales en beneficio de las familias de este municipio, educación, salud, viviendas, deportes, entre otras, pero nada de esto se cumplió por parte del Consorcio Cabioqui.

eL pasado 25 de julio del año en curso varios de los afectados por este caso enviaron una comunicación al presidente Luís Abinader, por medio de la cual expusieron al mandatario lo siguiente.

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En Montellano, existe existe un tema pendiente que “nos preocupa sobremanera”, ya que la empresa Cabioqui que arrendó muestro ingenio depositó en el Banco Central 800 millones de pesos para pagar salarios y las prestaciones que «nos deben como ex empleados y trabajadores, pero hasta el momento desconocemos qué destino han tenido estos recursos».

Revelan que a pesar de enviar comunicaciones al gobernador del Banco Central y además contar con una sentencia favorable de los tribunales, “no hemos recibido respuestas favorables, pero peor aún, ni una migaja de esta importante suma de dinero». Solicitan del presidente Luis Abinader ordenar una investigación para saber «que ha pasado con estos fondos que nos pertenecen».

Esta carta está firmada, por Israel Gómez Batista; Agustín D. Arthur, Antonio Genaro Ventura, Samuel Ramos, Carlos Martínez, Juan Ortiz y José García.