Hoy 
POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
Al menos 120 empleados de diferentes departamentos del hospital Luis Eduardo Aybar llevan entre tres y cuatro meses trabajando sin cobrar debido a que faltan tarjetas para hacer los nombramientos y porque el departamento de Personal de Salud Pública trabaja con lentitud en los casos.
Las dificultades quedaron en evidencia nuevamente cuando en el departamento de Cómputos no se tomaron los datos de los pacientes que ingresaron y los que fueron atendidos durante los días del asueto navideño.
En la antesala de la oficina de la administradora del hospital, el personal buscaba una cita con la funcionaria. La administradora de ese hospital es Saba Medina, quien asegura que ha hecho esfuerzos por lograr el nombramiento de esas personas.
Los más afectados por la situación son las cocineras, las conserjes, los jardineros, los que laboran en el departamento de Cómputos y los camilleros.
Empleados nominales que conversaron con periodistas de HOY dijeron que no pueden seguir laborando en la cocina o limpiando los baños, sin que se les pague.
Tradicionalmente los hospitales tienen una especie de nominilla que manejan o pagan con la cuota de recuperación o recursos internos que generan los hospitales.
La administradora del hospital explicó que dados los múltiples problemas encontrados en ese centro de salud con la planta eléctrica y el departamento de Radiología, han tenido que destinar una parte de esos recursos para reparar equipos.
Actualmente la cuota de recuperación llega a RD$300,000. De esos recursos se ha pagado una especie de incentivo a los trabajadores que no han podido cobrar sus salarios por unos cuatro meses.
LA EMERGENCIA
Aunque en el día de ayer no había cifras de la cantidad de pacientes que atendió el hospital durante los tres días de festividades navideñas, las diferentes salas de emergencia del centro estaban repletas.
La precariedad y el hacinamiento siguen afectando las maltrechas salas de emergencia del hospital Luis Eduardo Aybar, en las cuales los pacientes lucen apiñados en los pasillos.
Todas las salas de emergencia están llenas, los pacientes de Pediatría se mezclan con los heridos y con los que tienen problemas de intoxicaciones alcohólicas.
El problema de la estrechez en las emergencias de ese hospital es histórico, lleva años, razón por la que en temporadas críticas, los que acuden a buscar servicios pasan «las de Caín».
Sin embargo, las salas de consulta lucían vacías, a pesar de que los días lunes la cantidad de pacientes que llega a consultarse es inmensa.
Tampoco había mucha gente en el centro de Gastroenterología, ni en el Centro Dominico Japonés (CEMADOJA).
La secretaría de Salud Pública informó recientemente que abasteció de medicamentos e insumos a los hospitales, sobre todo a aquellos que por la época manejan los casos de violencia, heridos y accidentes de tránsito.
Entre los centros abastecidos están el Darío Contreras, Luis Eduardo Aybar y Francisco Moscoso Puello. También han recibido medicamentos extra los hospitales Robert Reid Cabral y José María Cabral y Báez.
La mayoría de cirugías electivas y los problemas que no son emergencias también han sido suspendidos en casi todos los centros de asistencia.
