Empleo de los huecos en sectores coloniales

Empleo de los huecos en sectores coloniales

POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
En la Zona Colonial aparecen sectores donde todavía hay huecos que siglos atrás sirvieron para diferentes usos de la comunidad. Una de estas huecos está en la calle Padre Billini, antes del cruce con la José Reyes, donde está situada la capilla de Regina Angelorum, allí en su lateral izquierdo se encuentra el callejón con el mismo nombre del oratorio.

Detrás de ésta podemos observar un pozo redondo enladrillado sin brocal, debido a que está a ras de su superficie con una tapa enrejada de hierro, el cual siglos atrás, cuando no había acueducto era utilizado por las religiosas para sacar el agua, único existente en un sagrario colonial.

También, en la casa número 23 del mismo callejón, aparecen otros dos pozos cercados con rejas de hierro que al lado tienen varias matas de trinitarias. El de la derecha, enladrillado, es redondo y está tapado, pero el de la izquierda es distinto, debido a que lo forma un arco de ladrillos como brocal incrustado verticalmente en la pared, donde la mitad sobresale fuera porque era comunero.

De igual manera, en la calle Pellerano Alfau esquina Isabel La Católica, existe una edificación de dos plantas en cuyos cimientos se aprecian siete huecos rectangulares con rejillas metálicas, las cuales sirven de ventiladores para el sótano de la vivienda.

En la calle Arzobispo Nouel esquina Hostos, hay una residencia colonial cuyo sótano tiene cuatro respiraderos enrejados de forma rectangular, y la casa número 5, contigua a ésta, tiene dos amplios ventiladores de igual forma, aunque al ser su pared colonial una de las más antiguas y gruesas, éstos están colocados más introducidos hacia el interior.

También, debajo del campanario de la Catedral, aparece en el muro un sacado rectangular que sirve de respiradero al templo.

Igualmente, en la calle Isabel La Católica esquina El Conde está situada una extensa casa de un solo nivel, la cual, por debajo, en lugar de sótano lo que hay son otras habitaciones para depósitos, cuyas paredes tienen diez huecos rectangulares enmarcados de madera con vidrios y gruesas rejas que para la parte subterránea sirven de ventanas ventiladores.

En la antigua Cuesta de San Diego (actualmente deformada con escalones), se encuentra un hueco bastante amplio de forma rectangular con cuatro por tres metros de ancho, que antaño era un pozo colonial. La rodea un grueso muro de piedras con partes enladrilladas, que hoy tiene una fuerte reja de hierro por un lado, cuyo hueco en el muro inferior presenta un arco vertical de ladrillos, el cual en el fondo tiene un enrejado con una tela metálica que enfrente hay un muro de piedras, en cuyos lados se aprecian dos salientes de ladrillos inclinados.

En la calle Restauración esquina Isabel La Católica aparece en la superficie del lateral izquierdo un espacio cuadrado con doble tapa de hierro rodeado de cuatro pilotillos de metal, concavidad en la cual el gobernador Nicolás de Ovando construyó el primer alcantarillado de América, único existente en la zona de intramuros.

Por igual, están los huecos redondos situados en lo alto de los frentes de diferentes locales llamados «Ojos de Buey», que antaño tuvieron el desempeño específico de servir como ventiladores.

Se localizan en algunos edificios coloniales, entre ellos, dos en la calle Hostos esquina Luperón, cuatro en la Fortaleza Ozama, tres en el templo de Santa Clara, uno en el lateral izquierdo del otrora Colegio Gorjón, cuatro en la Arzobispo Meriño 106, tres en la misma calle número 409, uno en Las Damas esquina El Conde, tres en la Arzobispo Portes número 4 y tres en la número 52-B de la Hostos, entre otros. Además, está el más grande de todos, con un metro de ancho, que sirve de ventana tragaluz, situado en Isabel La Católica, número 59.

Asimismo, la Fortaleza Ozama en los muros tiene huecos que eran utilizados por los soldados para sacar las armas y disparar al enemigo, a los que denominaban aspilleras.

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