Empleo de /vos/ en el atlas lingüístico de Hispanoamérica

Empleo de /vos/ en el atlas lingüístico de Hispanoamérica

Primera parte
Desde temprano me atrajo el empleo del nominal de segunda persona con la conjugación del verbo: /sabés/, /decís/, /pensás/, envueltos en las realizaciones de Carlos Gardel, Alfredo Lepera, Alberto Gómez, Mariano Mores.

La cinematografía también puso lo suyo. Numerosos actores pasaron a ser familiares a través de la pantalla grande.

Por otra parte, los tangos, escuchados en alguna película u ofrecidos por un errante trovador que “pelaba” su guitarra, como dijo Yupanqui. Para esa época y un poco más acá, se dejaban sentir Libertad Lamarque, Hugo del Carril.

Recuerdo otras figuras que se destacaron como grandes compositores:

Lepera, Marianito Mores, J. Santos Discépulo, H. Cortusi, Floreal Ruiz, Manzzi, Homero Expósito…

A los muchachos nos atrajo en aquellos momentos la revista “Billiken” y según subíamos en edad, por la diversidad y calidad de autores que llegaban puntualmente, de la Colección Austral, editorial Sopena. Y los temas filosóficos de la editorial Tor.

Alguna vez se discutió, con razón o sin ella, cuál es la pieza o el ritmo de más afinidad con el espíritu, con la sensibilidad de los porteños: ¿milonga o tango? Parece que la mayoría se inclinó por la milonga, como el ritmo más acariciado por la forma del Sur lejano.

Se ha dicho que es particular que muchas de las piezas de autores porteños de calidad son realizadas en tiempo de milongas y luego son convertidos en tango u otro aire musical.

Recuerdo, ahora mismo, a Carlos Gardel en la pieza “Milonga sentimental”. Además fluye en mi mente un hermoso poema que dice: …Miente quien escribe el mejor poema, /sin haberte visto, sin saber de /ti/. Es tan solo cuento, vana fantasía. /El poema existe a partir de /ti/.

En cada (ti) de los versos transcritos, siento en lo más hondo de mi corazón y resuenan en mis oídos el pronombre /vos/, en vez de /ti/, los que vibran desde el texto.

No es asunto de estilo, pienso, si no de enfrentamientos del lenguaje, por razones de registros del idioma empleado en cada lugar, en cada momento.

Para el año 1942, la “Gramática Castellana”, de Pedro Henríquez Ureña y Amado Alonso, publicaba la segunda edición de su favorecida obra.

En una de ellas incluyeron un amplio párrafo, que intitularon “El VO/S/EO en América.” (Nada de golpes).

Allí dejaron constancia de que el uso de /vos/ no era privativo de ese espacio de Sudamérica, sino que era empleado en gran parte de ese ámbito geográfico.

No mencionaron el área del Caribe, que en cada país se emplea la conjugación con la forma verbal de su preferencia o su costumbre…

En plan de intercambio comenté en La Habana al doctor Sergio Valdés Bernal, miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua, y me respondió que en Cuba el uso es limitadísimo, en regiones muy apartadas.

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