Empleos de los verbo/saber/y /soler

Empleos de los verbo/saber/y /soler

Para aquella época vivíamos en Samaná, cuando al hacer una visita con mi hijo Fernando Rafael, de la mano, cerca entonces de dos años, fui recibido con esta expresión:

¡Pero éste es el niño que /saber/ venir aquí de vez en cuando!

Yo era para entonces juez de paz en Samaná y, en ese momento, íbamos a visitar un anterior magistrado que ocupó esa posición anteriormente.

Quien reveló a aquel dato curioso: /saber/ por /soler/, que me había sorprendido, fue Altagracia Turbides, hija del colega mencionado. Era profesora muy reconocida. Entablamos una jornada acerca de filología, y expresé casi rotundamente la aplicación del uso de /sabe/ venir por /suele/ venir. Hablamos de algunas palabras que se van quedando atrás dentro de una población tan alejada como lo fue Samaná por tanto tiempo.

Quise rememorar durante el intercambio, y entonces le dije a la docente Turbides que me parecía haber visto ese tema en una de los dos volúmenes de la “Gramática Castellana”. Le prometí que volveríamos acerca del tema, si yo encontraba algo acerca del asunto.

Nos topamos pocos días después e inmediatamente puse el tema.

– Profesora: Localicé el punto de nuestro interés: /saber/ por /soler/, en el volumen II o segundo curso de la gramática de Amado Alonso y Pedro Henríquez Ureña:

“SABER POR SOLER: El uso popular en  Río de la Plata emplea /saber/ por /soler/: Sabía venir antes por aquí, pero ya hace tiempo que no viene.

“Sabe jugar a la pelota mucho “Lo que esta  última frase significa es sabe jugar muy bien; lo que un argentino quiere decir con ello es que tiene la costumbre de jugar con frecuencia”.

“/Saber/ por /soler/ es un vulgarismo”.

Esto último no lo traté en nuestra conversación.

Martín Alonso, “Enciclopedia del Idioma”, señala que /saber/ equivalente usado en esa forma,  un infinitivo masculino y singular, introducido en nuestra lengua en el siglo XIII. Menciona entre los primeros que dejaron testimonio a Gonzalo de Berceo, Juan Manuel, Góngora.

Para /soler/ aporta la introducción en el siglo XII, y afirma que con referencia a seres vivos, “acostumbrar, tener costumbre”. Con referencia a cosas o hechos, “ser frecuente”. Esta entrada menciona que se registra en el idioma desde el siglo XII. También menciona a Barceo y a D. Juan Manuel.

El hecho de que el termino /saber/ está registrado como anterior en la entrada al idioma con la significación de “costumbre” justifica su permanencia en varios localismos, Samaná entre otros.

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