Empleos vs. salarios (1 de 2)

Empleos vs. salarios (1 de 2)

JOSÉ LOIS MALKUN
El Presidente habló sobre la creación de empleos. Cientos de miles de empleos para el 2006. La prensa comenta el tema reconociendo su importancia y el mérito de la propuesta, que la tiene. Y por lo general, a todos los Presidentes les preocupa lo mismo. Pero, la pregunta del millón es: ¿empleos donde y para quien?Si es en la construcción o en la agricultura, será para emplear más  haitianos. Si es en el comercio, los mercados callejeros se han encargado del cierre masivo de negocios formales, con la perdida de miles de empleos. Si es en la manufactura, cientos de industrias se han convertido en importadores de lo que producían, con la drástica reducción de su personal. 

Si es en la zona franca, ya van más de 40 mil despidos y el rancho ardiendo. Si es en las comunicaciones, lo único que aquí crece son los celulares, porque generar empleos masivos es lo que menos hacen. Si es en el sector financiero, pregunte a cuantas personas han cancelado en los últimos meses en ciertos bancos. Y en el turismo, si es para construir nuevos hoteles, entonces hay más haitianos con empleos.    

Por eliminación sucesiva, uno pensaría  que los nuevos empleos se crearan en el Gobierno. Pero en nominas, porque si es a través de la inversión publica entonces hay mas empleos para los haitianos. Vea el Metro para comprobarlo. 

Y surge la pregunta: ¿Es el desempleo nuestro gran problema?

Las estadísticas, nada confiables, hablan de un 17% de desempleo abierto y 40%  de subempleo. Si queremos reducir el primero al 10%, (un poco mas alto que Alemania)  podríamos hacerlo regulando y reduciendo el empleo ilegal, donde se desempeñan cientos de miles de personas.

Pero esa nunca será la solución para los desempleados dominicanos, que le huyen como el diablo a la cruz a eso de volver al campo a pasar penurias o fajarse con bloque y varillas para vivir en la miseria. Inclusive, los  trabajadores especializados y muchos profesionales prefieren emigrar en yola o trabajar independientes, antes que aceptar los empleos disponibles.    

¿Y donde esta el problema? Obviamente, en el salario de miseria que aquí se paga, que fomenta el empleo ilegal, el subempleo, el pluriempleo  y la informalidad en la economía. 

Eso explica el porque las calles de Santo Domingo y de otras ciudades del país, se  convierten gradualmente en mercados ambulantes. O se siguen trayendo haitianos ilegales, que si no mueren en el trayecto, se convierten en esclavos laborales.  

También explica el alto porcentaje de empleados públicos y privados que venden prendas, ropas, loto o hacen rifas para complementar su salario. Los hay con carritos de hot dog o chimichurri que atienden después de las 5:00.

Muchos profesionales con empleos dan clases de noche en las universidades o llevan contabilidades nocturnas. Los abogados se ausentan frecuentemente para un picoteo en el tribunal. Miles de médicos del servicio publico de salud van una o dos horas a su trabajo y le dedican siete a sus consultorios privados. Los agrónomos del sector agropecuario están más tiempo en sus fincas o en la de los terratenientes que asesorando a los campesinos. Y muchos economistas de escritorio, vendiendo predicciones sobre el futuro, bajo el supuesto de que nada cambia.    

Y no olviden los miles que cobran en dos o más instituciones del Gobierno o piden su comisioncita hasta para comprar un lápiz.  O los que en nombre de la publicidad complaciente, reciben su media docena de cheques al mes.

En fin, son pocos los afortunados con empleos adecuadamente remunerados que no tienen que buscárselas como unos toros.

Este fenómeno del pluriempleo, junto a su informalidad y el bajo salario, reduce la productividad y genera grandes costos para la economía. Por eso nunca seremos competitivos en nada, aunque bajemos a la mitad la tarifa eléctrica o exoneremos de todos los impuestos a las empresas. 

Mi recomendación sincera al Presidente, es que si quiere abordar el problema del empleo objetivamente, ordene una estrategia para tales fines que al menos incluya lo siguiente;

* Información confiable y actualizada sobre el mercado laboral, que no se tiene. 

* La revisión de la política salarial y el código laboral.

* Normar y regular el trafico y contratación de ilegales.

* Definir y adoptar una política migratoria responsable para manejar el empleo ilegal.     

* Imponer fuertes reglas de calidad en los bienes y servicios. * Resolver el problema de las ventas callejeras, porque al ritmo que esto crece, el comercio formal desaparecerá y convertirá a Santo Domingo en un Puerto Príncipe cualquiera.

* Acabar con el parasitismo y el servicio deshonroso en la nomina publica.

* Invertir substanciales recursos públicos en educación, a todos los niveles, para desterrar la ignorancia y la mediocricidad que impera en la sociedad dominicana.     

* Ante los retos del DR-CAFTA, incentivar fuertemente la inversión nacional y extranjera en el sector industrial y agroindustrial, en nichos donde podemos ser competitivos y donde en materia de generación de empleos hay un mundo de oportunidades.

Cambiemos el rumbo de la economía si queremos crear empleos. Cambiemos también los paradigmas sobre la mano de obra barata. Tengamos mas fe en la educación. Los estudios y las experiencias revelan que un empleado bien remunerado y con un adecuado nivel de preparación, es cinco veces más productivo que uno improvisado que acepta lo que le den. La eficiencia, la calidad  y la motivación es lo que hace la diferencia entre ser competitivos o no. Del salario y la calidad  hablaremos en el próximo artículo.

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