Hoy 
La Empresa Generadora de Electricidad Haina (Ege-Haina) reiteró hoy que son falsas e infundadas las incriminaciones contenidas en la querella interpuesta contra sus ejecutivos por el Fondo Patrimonial de la Empresas Reformadas (Fonper) sobre una supuesta estafa millonaria cometida por la empresa.
Tito Sanjurjo, gerente general de Ege-Haina, y Luis Miguel Pereyra, abogado de la empresa, se refirieron a los alegatos cuestionados por el pasado presidente del Fonper, José Izquierdo.
Sanjurjo resaltó que tras la capitalización, la empresa ha pasado a ser una empresa exitosa que del 2001 a 2010 pagó más de RD$10,300 millones por concepto de dividendos e impuestos al Estado.
En cuanto al alegado de la querella sobre supuestas irregularidades en el cálculo del canon de administración pagado por Ege-Haina a Haina Investment Co. (HIC), Sanjurjo dijo que el contrato de administración fue parte de los contratos base usados en la licitación pública internacional del sector eléctrico.
Aclaró que en ese contrato se establece el cálculo del canon sobre las ventas netas de Ege-Haina y ninguna cláusula se menciona la producción de energía para el cálculo del canon.
Señaló que las transacciones en el mercado spot por cualquier generador son determinadas por el organismo coordinador, una instancia independiente que establece cuáles unidades deben productor energía en un período determinado.
En relación con el alegato de que la venta de energía al Consorcio Energético Punta Cana Macao (CEPM) se habría hecho sin aprobación corporativa y a precios perjudiciales para Ege-Haina del 2008 al 2011, Sanjurjo aclaró que el contrato de energía entre ambas empresas cuenta con todas las aprobaciones corporativas para este tipo de transacción.
Resaltó que la querella solo menciona el precio al que se vende la energía de CEPM y omite otros cargos, como el que se hace por capacidad a CEPM y que es del doble del que se hace a las empresas distribuidoras por el mismo concepto.
Expresó que CEPM paga más de 14 dólares por kilovatio de energía reservada y no utilizada, mientras que las la distribuidoras pagan siete dólares por la energía reservada.
