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En calle Hacienda María, Boca de Nigua, en San Cristóbal, en un terreno de 100 tareas, la empresa Fertilizantes Santo Domingo, C. por A. (Fersan), fomenta una finca experimental dedicada al cultivo de mango con una alta productividad. Establecida en 1983 para el fomento de mangos banilejos, cinco años más tarde éstos fueron podados y se injertaron con la variedad Palmer.
La finca cuenta con 490 plantas con un marco de siembra de 11×11 metros entre hileras y plantas.
Esta variedad ofrece un fruto muy atractivo de cáscara fina, forma ovalada y color morado durante su desarrollo que luego se torna rojizo conforme alcanza la madurez.
Es de cáscara fina, poca fibrosidad, muy jugosa y con un alto contenido de azúcar que le otorga un sabor especialmente agradable.
Un mango grande puede pesar entre 500 y 800 gramos aproximadamente.
Para un buen desarrollo el cultivo de esta variedad requiere temperaturas medias anuales entre 25 y 30 grados C, con una pluviometría media anual de unos 1,000 milímetros y una humedad relativa por debajo del 70 por ciento. La alta oscila desde cero a 250 metros sobre el nivel del mar. En la finca experimental no se utiliza ningún tipo de riego artificial, ya que se aprovechan las precipitaciones que ocurren en la zona durante el año.
Las plantas son fertilizadas cada tres meses con la fórmula 12-9-24-6(S)- 0.8(Zn) a razón de 2 a 3 libras por planta en cada aplicación.
También se usan fertilizantes foliares: Nurish 20-20-20 y Microsán, entre otros. El control de plagas y enfermedades se logra mediante el uso de los insecticidas Pounce 3.2 EC, Actara 25 WG y Marshal 25 EC; los fungicidas Cupritozell 24 SC y Dithane 60 SC; el surfante Tersán-80 y el aceitre Cosmo-Oil emulsión, entre otros protectantes agrícolas.
Por lo regular, la plantación comienza a florecer a finales de diciembre, manteniendo la floración hasta mediados de abril. Esto permite obtener al menos tres cosechas anuales, gracias a que una misma planta puede florecer hasta tres veces por año debido a que las lluvias son muy escasas en la zona.
La primera cosecha se recolecta en el período abril-mayo; la segunda, entre finales de junio y mediados de agosto y la última, desde mediados de septiembre a finales de octubre. Las dos primeras son las más abundantes.
La productividad está determinada por diversos factores, incluyendo la lluvia, de entre 450 y 1,800 frutos por mata. Condiciones favorables y la adecuada asistencia tecnológica permiten obtener rendimientos extraordinarios.
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Regalan mangos a empleados
La variedad de mango desarrollada en esta finca experimental de FERSAN se puede comercializar adecuadamente en el mercado local. La empresa, sin embargo, distribuye la producción entre sus empleados, clientes y relacionados.
