Empresa y educación

Empresa y educación

POR J. LUIS ROJAS
Durante mucho tiempo, y en diferentes escenarios, sectores y personalidades de la sociedad dominicana han reflexionado y debatido hasta la saciedad acerca de los nexos entre una educación con calidad, equidad y pertinencia y la   competitividad de las empresas. Pese a ello, en pleno siglo XXI, todavía no se ha logrado que el Estado y el sector empresarial aúnen esfuerzos que impacten cuantitativa y cualitativamente la denominada piedra angular del desarrollo “la educación”.  

Las perspectivas inmediatas de la economía actual, caracterizada por  componentes como globalización, integración y adiestramiento, nos indican que ha llegado el momento de que los que administran el Estado, hablen menos y hagan más por la educación dominicana, ya que por más explicaciones teóricas relativas al tema en cuestión, la verdadera realidad es que solo con talentos humanos bien capacitados, con competencias para la innovación y visión para comprender los procesos y tendencias que se registran en los mercados locales, regionales y mundiales, podremos impulsar un desarrollo humano con rostro de equidad.     

En pocas palabras, los que administran los recursos del Estado tienen que priorizar las inversiones y gastos públicos, en  áreas que a corto, mediano y largo plazo impacte positivamente la calidad de vida de los que tributan y no tributan. Por ejemplo, en la educación, principalmente la de nivel inicial, ya que solo ella libera a los pueblos de la pobreza, tanto en el contexto  material como mental. En fin, de lo que se trata es que el Estado disponga del 4% del Producto Interno Bruto (PIB), como se contempla en la Ley General de Educación.

Asimismo, en el caso específico de la participación del sector empresarial en la mejora continua de la calidad de la educación, éste tiene una y mil posibilidades de hacerlo, no necesariamente con recursos financieros. Una de ellas, es  transfiriendo sus experiencias gerenciales al personal que gerencia centros educativos de los diferentes niveles de la educación dominicana. En esencia,  uno de los compromisos sociales de los empresarios con la educación, implica una participación activa y comprometedora, en la línea de vigilar que las políticas públicas de educación tengan calidad y continuidad.

Otra forma práctica de participación del sector empresarial por la mejora de la calidad de la educación es facilitando sus empresas para que los estudiantes puedan realizar sus programas de pasantías. Existe consenso en que la educación juega un rol clave en el presente y futuro del país, fundamentalmente, en lo relativo a lo económico, social y político.

En este marco, es urgente que el Estado, empresarios y representantes de la comunidad educativa nacional, desarrollen esfuerzos creíbles y creativos que cambien la percepción actual de los jóvenes acerca de que “Solo la educación salva la República Dominicana”, ya que según informaciones, un número importante de éstos, que bien podrían ser prósperos empresarios o profesionales, tiran la toalla porque en ocasiones no asocian los beneficios de la educación con su futuro inmediato.

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